Los estibadores se desmarcan de los disturbios de los CDR
Los trabajadores del Puerto de Barcelona pararán su actividad en protesta por la sentencia del 'procés', pero se desligan del independentismo
Los más de 1.000 estibadores del Puerto de Barcelona que realizarán un paro en su actividad laboral el viernes se han desmarcado de la huelga general convocada por los sindicatos independentistas Intersindical-CSC e Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC). Los trabajadores de la estiba, no obstante, protestarán contra la sentencia del ‘procés’ emitida el lunes por el Tribunal Supremo ya que consideran que la resolución vulnera derechos fundamentales.
Los estibadores interrumpirán su actividad laboral entre las 8.00 y las 20.00 horas. En ese tiempo, realizarán un recorrido desde el puerto de la Ciudad Condal hasta la vía Laietana para terminar en la plaza de Sant Jaume. Allí, tienen previsto presentarle un manifiesto a la alcaldesa Ada Colau para hacer público su rechazo a la resolución del Supremo. Y también para mostrar su compromiso con «la libertad de expresión, de manifestación, ideológica y la aplicación estricta del voto democrático de la ciudadanía» como solución de conflictos políticos, según señala el comunicado que los trabajadores presentarán a la regidora barcelonesa.
En este sentido, Albert Gil, presidente del comité de empresa de la Organización de Estibadores Portuarios de Barcelona (OEPB), se ha desmarcado «al 100%» tanto de los disturbios ocasionados por los Comités de Defensa de la República (CDR) como del movimiento independentista. «El que conozca el Puerto de Barcelona sabe que la raíz es gente que viene desde fuera, de Murcia, de Almería«, señala uno de los representantes del sindicato de los estibadores barceloneses.
«Puede haber gente independentista», dice Gil, «pero también gente que no lo es». «Cuando salgamos de la manifestación, que cada uno defienda a nivel individual lo que crea», añade, y explica que «como colectivo» defienden los derechos mencionados en el comunicado.
La concentración es, en su opinión, «apolítica» en cuanto a que se desmarcan de los disturbios y altercados que asolan Cataluña desde el pasado lunes y que incluso llegaron a provocar el bloqueo del aeropuerto del Prat, donde más de un centenar de vuelos fueron cancelados. Cuestionado sobre las consecuencias que puede tener el paro de 12 horas a la actividad económica del puerto, Gil considera que «afectaría más si no hiciéramos nada».
«Considerarlo abierto cuando falta mucho personal, por una cosa o por otra, al final sería casi como hacer una huelga encubierta. Hacer huelga una mañana y una tarde, desviando los barcos la madrugada anterior y la noche siguiente, afecta menos que la incertidumbre sobre qué se puede hacer con la situación», explica el representante de los trabajadores.
Los estibadores pactaron este jueves garantizar unos servicios mínimos a barcos con pasajeros y a los que transporten mercancías perecederas o sensibles, como alimentos o medicinas. Esos servicios mínimos se respetarán «al 100%», según Gil.
El Puerto de Barcelona es uno de los principales enclaves económicos no solo de España, también del Mediterráneo. En los primeros nueve meses del año se transportaron hasta 52 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento interanual del 1,6%. Solo durante el pasado septiembre recibió 3,7 millones de viajeros, un 4,7% más que en el mismo mes de 2018.