Los españoles que perdieron propiedades en Cuba se agarran a Obama
Una compañía catalana que persigue la reversión de los bienes confiscados por el régimen castrista se alía con el banco BNP Paribas, la firma de abogados Latham & Watkins y con la agencia de lobby Podesta Group
«Más se perdió en Cuba», suele decirse respecto a la guerra hispano-estadounidense de 1898 por la cual España se quedó sin los territorios de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas. Pero, lo que los españoles perdieron en Cuba con la revolución castrista, quizá ayude a recuperarlo Barack Obama, que este domingo inicia un visita oficial de tres días a La Habana, la primera que realiza un presidente estadounidense desde que Calvin Coolidge viajara a la isla en 1928.
Obama, que mañana se reunirá con Raúl Castro, certifica el proceso de apertura de relaciones entre los dos países y la suavización del bloqueo. Recientemente, Washington ha autorizado que Cuba pueda usar el dólar en sus transacciones comerciales y, en paralelo, La Habana ha levantado el gravamen del 10% a las remesas de dólares que desde el exterior se envían a los cubanos.
Obama acelera el proceso
El viaje oficial también da esperanzas a las familias que se fueron de Cuba por la revolución y dejaron sus fincas y viviendas, que fueron confiscadas. Jordi Cabarrocas, director general de 1898 Compañía de Recuperaciones Patrimoniales, está convencido que la visita de Obama, por lo que significa de apertura de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, acelera el proceso para conseguir la reversión de aquellas propiedades.
La firma, con sede en Barcelona, representa más de 200 familias españolas que siguen reclamando sus propiedades en la isla, que en la actualidad tendrían un valor de unos 2.000 millones de dólares.
A Cuba le puede beneficiar revertir los bienes confiscados
Jordi Cabarrocas opina que a Cuba le puede llegar a interesar revertir las propiedades incautadas. Para captar capitales, para generar confianza en los inversores extranjeros, el país deberá garantizar la seguridad jurídica y la propiedad privada y, para ello, más pronto que tarde deberá plantearse la reversión de propiedades a sus antiguos dueños tal como han hecho otros regímenes en las últimas décadas. El deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba facilitaría el proceso.
Cabarrocas explica que, del millar de familias cubanas que se refugiaron en España después que el régimen castrista incautara sus propiedades, la compañía que dirige representa a más de 200, que mantiene conversaciones con otras 500 y que, hace dos años, abrieron una oficina en Miami donde han captado ocho familias norteamericanas.
Ahora que han mejorado las relaciones con Cuba, «el mercado americano ha madurado de golpe» y ha crecido el interés por recuperar las antiguas propiedades familiares en la isla, apunta Cabarrocas.
Contratan a uno de los principales asesores de Hillary Clinton
Para preparar el terreno de la ansiada reversión patrimonial, la compañía de Cabarrocas ha contratado tres partners de postín: BNP Paribas, banco internacional con sede central en París; Latham & Watkins, el despacho de abogados que más factura de los Estados Unidos; y Podesta Group, una agencia de lobby de Washington fundada y dirigida por los hermanos John y Toni Podesta.
Precisamente, John Podesta es el actual director de campaña de Hillary Clinton para ser candidata demócrata en las próximas presidenciales y, anteriormente, asesoró a Bill Clinton y a Obama.
Cabarrocas asegura que fondos de inversión norteamericanos se han puesto en contacto con su compañía por la posibilidad de negocio de las reversiones patrimoniales, sin que se haya llegado aún a un acuerdo. Cabarrocas precisa que las familias que representan no han realizado ningún pago por anticipado, que su compañía asume todo el riesgo a cambio de un 30% del importe de los bienes que se consigan recuperar.
1898 Compañía de Recuperaciones Patrimoniales ha invertido hasta el momento unos seis millones de euros, según señala su director general. La compañía barcelonesa, constituida en 2001, cuenta con unos 90 socios inversores, casi todos españoles, que en su gran mayoría no tienen relación con las familias que reclaman el patrimonio que perdieron en Cuba hace más de 50 años.
Cabarrocas puntualiza que no se plantean pedir indemnizaciones al gobierno cubana, conscientes de su escasa capacidad económica y de la realidad del país, pero si la reversión de los bienes incautados, entre los que se encuentran viejos edificios, fincas y antiguas plantaciones de tabaco o de caña de azúcar.