Los empresarios preparan su propia movilización para el 18 de octubre
Fomento quiere ofrecer una respuesta empresarial “con gran repercusión” para revitalizar la economía
El otoño se presenta muy caliente. Los sindicatos ya han dejado claro que podrían convocar una segunda huelga general si el Gobierno de Mariano Rajoy no cambia las políticas de recortes sociales. El movimiento independentista protagonizó en la Diada una exhibición nunca vista y los empresarios han decidido alzar su propia voz, alertados por el deterioro de la economía y la incertidumbre que se vive en España y Catalunya.
Fomento vivió el 3 de septiembre una particular junta directiva, con un debate intenso, que acabó con la decisión de protagonizar algún acto de unidad. Y será el 18 de octubre en el Palau Blaugrana, que tiene una capacidad de 7.500 personas, como ha anunciado el presidente de la patronal, Joaquim Gay de Montellà.
La idea es que de la convocatoria surjan propuestas e iniciativas útiles para promover cambios en la dinámica empresarial. Pero el propio acto, se asegura, debe tener “una gran repercusión”.
Fuentes empresariales consideran que la situación es de tal gravedad que todos los actores implicados deben alzar su voz, con ánimo constructivo. El movimiento independentista no les ha sorprendido, porque entienden que una de las reivindicaciones asociadas, el pacto fiscal, es más necesario que nunca, pero no quieren que ese movimiento acabe provocando más problemas de los que ya existen.
Ante el Govern de la Generalitat
Otras fuentes empresariales, ligadas a grupos de presión, entienden que, aunque los empresarios no deban de ejercer de oposición al Gobierno de la Generalitat, sí deben marcar una línea clara ante la decisión del president Artur Mas de secundar, o de dar apoyo -como hizo ante la movilización de la Diada- al proceso soberanista.
Pero Fomento agrupa a las grandes empresas, aunque tiene en su seno también a pequeñas y medianas empresas. Una de las objecciones que se están produciendo en el ámbito empresarial es que las grandes patronales ya no representan al tejido empresarial productivo del país.
Y, se argumenta desde la pequeña y la mediana empresa, que muchos pequeños empresarios sí estuvieron en la manifestación y sí apuestan por llegar hasta el final, si es necesario. Por ello, porque se es consciente de esos reproches, Fomento está tratando de agrupar al máximo de pequeñas y medianas empresas, con el objeto de que sea una concentración masiva. El miércoles están previstas, precisamente, reuniones de carácter técnico para conducir toda la logística necesaria.
Por la ocupación
Y los lemas todavía no están decididos, aunque se habla sobre la necesidad de apelar a conceptos como “progreso” u “ocupación”, que es la gran tragedia de España y Catalunya, con tasas de paro que pueden superar las de 1985 y 1994, por encima claramente del 21% o 22%.
En la reunión de la junta directiva de Fomento se consideró “como un acto de responsabilidad” la convocatoria de ese cónclave empresarial que se ha fijado, finalmente, para el 18 de octubre.
¿Es una reacción a la manifestación de la Diada? No, se precisa, pero también lo será. Es decir, los empresarios quieren hablar y discutir sobre la posibilidad de alcanzar una reedición de los Pactos de la Moncloa, que fueron vitales en la Transición para modernizar la economía española.
Entonces el empresariado catalán se comprometió totalmente con el destino de España. Estaba en juego la propia democracia. Más de 30 años después, se considera que la situación es parecida, porque se está poniendo en juego, no la democracia, pero sí casi todas las instituciones del Estado.