Los empresarios culpan a Escrivá de obstaculizar los ERTE
Voces de las sectoriales de CEOE critican la intransigencia del ministro en las negociaciones y dudan de las cifras que aporta
En la cuarta planta del Ministerio de Trabajo, donde 20 personas y varios equipos técnicos del Gobierno, la patronal CEOE y los sindicatos cerraron el acuerdo por los ERTE, se vivieron largas e intensas horas de negociación. Y cada agente social tuvo su papel. El del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha sido señalado como el del obstáculo para alcanzar un acuerdo tripartito.
Pasaban pocos minutos de las 10:30h de la mañana cuando Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, salía del Comité Ejecutivo con el acuerdo aprobado por unanimidad por sus más de 46 miembros y mandaba el primer mensaje al Gobierno: «Todavía estoy esperando los datos que pedí a Seguridad Social», decía en conversación telefónica con Onda Cero, en lo que se supone que era la celebración por haber cerrado el sexto acuerdo desde que se inició la pandemia del coronavirus.
Y es que en la patronal llevan tiempo criticando que las cifras de Escrivá sobre el coste de los ERTE no les cuadran, como ya explicó el presidente de la confederación de Comercio en una entrevista con Economía Digital. A mediados de mes de septiembre, el propio Garamendi no se cortó y reclamó «datos objetivos para hablar» porque, según reconoció, en el seno de la patronal había «dudas muy serias de que los datos que nos está transmitiendo el ministerio de la Seguridad Social» fueran reales.
Fue durante la junta directiva de CEOE de septiembre, a la que acudió el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cuando el presidente de la patronal dijo que había solicitado esos datos sin éxito. «Los hemos pedido y no nos los dan», afirmó.
En la comparecencia de ayer, no obstante, Escrivá sí dio datos. Sobre el coste de los ERTE y las medidas de protección a los trabajadores, afirmó que el importe ascendía a «unos 22.000 millones de euros hasta final de septiembre. El coste concretó de los ERTE sería de unos 1.000 millones de euros mensuales, según añadió.
El café de Escrivá
Si las cifras de Escrivá no convencen, menos lo hacen sus palabras. Las declaraciones del ministro antes de sentarse a negociar fueron recibidas como un aviso a navegantes: «No puede haber un café para todos», aseguró en una entrevista con Antena 3, que curiosamente contraprogramaba a otra de la ministra Yolanda Díaz en la cadena rival, donde afirmó en que no había que dejar a nadie atrás.
“El esquema que hemos utilizado funciona muy bien”, apostilló, para más tarde admitir que sí existía una nueva situación con los rebrotes y confinamientos selectivos que obligaba a introducir nuevas fórmulas “para que nadie que se vea afectado». Había que «diferenciar», porque «no todo el mundo necesita el mismo nivel de protección y apoyo”.
Con las posturas de Trabajo y Seguridad Social claras, el lunes no había acuerdo con la CEOE sobrepasadas las 21.00h de la noche, pese a que apenas quedaban 48 horas para que finalizara la prórroga vigente sobre los ERTE.
Y el motivo de la falta de sintonía era que la hostelería, el comercio y el ocio nocturno estaban fuera del escudo de protección social del Gobierno, algo de lo que han culpado más a Escrivá que a Díaz. Él, según fuentes consultadas en el sector hostelero, ha sido el causante de «la dilación, de la falta de negociación y del enrocamiento».
No será la última prórroga
En otro plano, otras fuentes de la negociación recuerdan que el acuerdo alcanzado no es de máximos — expresión utilizada por la ministra Díaz — , sino de mínimos. «Nos encontramos por la noche del lunes con un planteamiento llamativo», afirma alguien presente en la Junta Ejecutiva de la CEOE, que se reunirá en las próximas semanas en su sesión ordinaria.
El planteamiento del lunes del Gobierno dejaba en el aire a 500.000 empleados en ERTE
«Su planteamiento (el del Gobierno) era salvar al turismo, pero englobaba algunas empresas en su propuesta que poco o nada tenían que ver», dice la misma fuente. Con la oferta del lunes por la noche, recuerdan, dejaban fuera a 500.000 empleados en ERTE de 750.000 que hay en total.
Ahora, con unos meses más de margen, la CEOE ya piensa en la próxima prórroga de los ERTE a cerrar antes de febrero de 2021. Como ya han hecho distintas patronales, tanto desde el comercio hasta la hostelería, el objetivo es equipararse a otros países de Europa — Alemania o Francia son los ejemplos más utilizados—, donde los ERTE se han prorrogado durante muchos más meses.