Los CDR aparcan la ‘estelada’ y jalean la revolución social
Los Comités de Defensa de la República ponen en pausa la 'república' para protestar contra 'la nueva normalidad'
Siete meses han pasado desde que la sentencia del procés se convirtió en el catalizador de una secuencia de disturbios en Cataluña que se extendieron durante varias semanas, provocando grandes daños y tensiones y dejando cientos de detenidos. Aquel caos, jaleado entre otros por los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) y Tsunami Democràtic, desapareció progresivamente, y con la pandemia hasta se puso fin al bloqueo en favor de los «presos políticos» de la calle barcelonesa de Meridiana, que antes del coronavirus se mantuvo cerrada durante varios meses.
Mientras Tsunami Democràtic está en coma desde tiempos de la investidura de Pedro Sánchez, los CDR han transformado sus inquietudes con la crisis del coronavirus y poco a poco empiezan a salir a las calles con una nueva batería de consignas. Han cambiado las esteladas por pancartas en pro de la sanidad pública y la repartición de la riqueza, y por mensajes en contra del capitalismo y la gestión de la pandemia. Lo hacen como parte de una nueva campaña denominada La vida abans que el capital (La vida antes que el capital), apoyada también por la CUP y la ANC, entre otros.
Aunque no está claro si la campaña surgió de los propios CDR, sí que es cierto que cuenta con la ayuda del expansivo brazo de este colectivo independentista en las redes sociales y en los chats de Telegram. Así ha quedado evidenciado en las dos manifestaciones que hasta ahora se han llevado a cabo bajo estas nuevas consignas sociales, en las que la causa independentista, aunque presente en el fondo, ha pasado a un segundo plano en las formas. Incidentes los ha habido, pero nada que pueda aún parecerse a lo acontecido en octubre y noviembre del pasado año.
De momento, han convocado protestas todos los martes a las 20.00 horas en todos los puntos de Cataluña, concentrándose unos centenares de personas en distintas partes de Barcelona este pasado martes 26 de mayo, cuando hubo dos arrestos vinculados a las movilizaciones. La Guàrdia Urbana ha transmitido que los arrestos fueron por resistencia y atentado a los agentes, que esa noche rodearon a una veintena de personas en el Raval que estaban bebiendo en la vía pública. Por su parte, los activistas achacan las detenciones a la represión y agresión policial, y avisan que seguirán protestando.
Este martes 2 de junio está planeada otra manifestación, que según algunas cuentas en las plataformas digitales vinculadas con el movimiento se hará eco también del mensaje antirracista de las protestas de los últimos días en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd consecuencia de un arresto por parte de cuatro policías de Powderhorn, en la ciudad de Mineápolis.
Tot el suport a les companyes de @RavalSindicat Saben que el poble organitzat en xarxes de suport mutu, grups d’habitatge etc. ha fet més en dos mesos que tota la seva progresia i efectivitat , i els fa por.#RecuperemElsCarrers https://t.co/k4o76ZKG15
— CDR Sants #MésViusQueMai (@CDRSants) May 27, 2020
Los CDR, contra la «nueva normalidad»
Según los promotores de este aparentemente nuevo movimiento independentista en el que la causa soberanista se mantiene por ahora de lado, una treitena de localidades catalanas se sumaron a las manifestaciones de este pasado martes y esperan que las protestas sigan creciendo conforme se avance en las fases de la desescalada del confinamiento. En sus convocatorias hacen especial hincapié en la necesidad de respetar el distanciamiento físico, pero en algunas concentraciones en Barcelona esto no se consiguió, como pudo constatar este periódico.
A la campaña La vida antes que el capital se ha adherido incluso la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que en un acto en el barrio de Gràcia hace una semana aprovechó el surgimiento de esta iniciativa para señalar que la crisis del coronavirus ha evidenciado que «los catalanes no tienen cabida en un Estado español que vulnera derechos» y lamentar que «tampoco hay esperanza de ver reconocido el derecho a la autodeterminación», en palabras de Pep Cruanyes, vicepresidente de la principal entidad separatista.
«Movilicémonos contra la ‘nueva normalidad’ que nos quieren imponer», reza la web de la nueva campaña postpandemia del separatismo callejero, que hace un llamamiento a cambiar los balcones por las plazas para denunciar «la pobreza desmesurada a la que nos está abocando el Estado». En un manifiesto, sus promotores aseguran que la crisis de la Covid-19 «no ha hecho más que aislarnos socialmente» y que «el Gobierno, las administraciones, y la policía han puesto una vez más los intereses de los poderosos ante los de la gente».
Enterradas en un documento de propuestas están soluciones a la crisis como «la independencia de los Países Catalanes para cambiarlo todo», «libertad de los presos políticos y retorno de los exiliados», y «ejercer el derecho a la autodeterminación para todos los aspectos que afectan nuestras vidas».
✊Avui #26M els CDR del Barcelonès també #RecuperemElsCarrers perquè ens hi van els drets i ens hi va la vida!
📌 Ens adherim a aquestes convocatòries a BCN, l’Hospitalet i Gramenet!
➡️ Cartells per imprimir i manifest: https://t.co/1GF2p6w2TD#CDRenXarxa #VidaAbansQueCapital pic.twitter.com/biWoStQPPE
— CDR_Barcelonès #RevoltaPopular 🔥 (@CDR_Barcelones) May 26, 2020
«Los Borbones siguen expoliando las arcas»
Los mensajes de la campaña y las convocatorias de las manifestaciones están siendo difundidas principalmente por los CDR en las redes sociales. Además, los activistas independentistas que hace unos meses participaron en los disturbios por la sentencia del procés lanzan sus propios comunicados en plataformas como Telegram. Hace unas jornadas, uno de estos comunicados, en lugar de «presos políticos» y «autodeterminación», denunciaba la «represión» de todos los gobiernos, los recortes sociales y laborales que «han puesto en peligro» la sanidad.
Según los CDR, el estado de alarma y mecanismos homólogos en otros países han «apaciguado» las revueltas sociales en lugares como Hong Kong y América Latina, y por tanto también en Cataluña, incrementando los «abusos policiales». Los activistas combinan las críticas por la falta de test y mascarillas para la población, con reivindicaciones como que «los Borbones siguen expoliando las arcas». «Hay que volver a las calles y expresar nuestro rechazo. Que la pandemia no enmudezca la protesta», concluye el mensaje, sin apenas menciones al llamado «conflicto catalán», algo totalmente inaudito.