La última y más triste cumbre de Cameron en Bruselas
Varios de los diplomáticos y líderes comunitarios recibieron al primer ministro británico con irritación y cierto desdén. El Parlamento europeo insta a Londres a acelerar los trámites para su salida de la UE
El saliente primer ministro británico David Cameron le dijo el martes a los líderes de la Unión Europea que el futuro de las relaciones del bloque con el Reino Unido depende de su voluntad de revisar el libre movimiento de trabajadores. Así de franco se mostró el premier británico en la que ha sido su última cumbre; y la primera de la Comisión tras el brexit.
Cameron, quien anunció su intención de renunciar tras el referéndum del pasado viernes –en el que tuvo una importancia clave la gestión de los flujos migratorios– dijo ante los líderes de los 27 países restantes del bloque que espera una relación política y económica tan estrecha como sea posible.
«Reino Unido dejará la Unión Europea pero no le dará la espalda a Europa», sostuvo Cameron en rueda de prensa, tras una cena en la que dijo que muchos de sus socios europeos expresaron su pesar y manifestaron su simpatía con Londres.
Una versión distinta a la de varios altos funcionarios y diplomáticos, que hablaron de un ambiente de fría cortesía. El consenso, eso sí, fue general en el análisis de que Cameron había cavado su propia tumba por «basurear a Bruselas» durante décadas. Como explicó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker: «No debería sorprenderte que tus ciudadanos te hayan creído».
Mantener los privilegios
En una velada crítica a los líderes de la campaña para dejar la UE, como Boris Johnson, quien aspira a sucederlo, Cameron dijo que los británicos tienen que entender que no se pueden mantener los beneficios de un miembro de la UE sin sus costos. «Si quieres todos los beneficios de un mercado único tienes que ser parte de todo», señaló.
El presidente de Francia, Francois Hollande, reforzó el mensaje advirtiendo que el acceso al mercado único europeo depende de aceptar sus cuatro libertades de movimiento: de capital, bienes, servicios y trabajadores. «Si no quieren libertad de movimiento no tendrán acceso al mercado único», destacó Hollande, añadiendo que Londres no podrá ser más el centro de liquidación y compensación de las transacciones en euros.
Presión para acelerar el brexit
Cameron dijo que no enfrentó una presión abrumadora para activar inmediatamente la cláusula para una salida formal del tratado de la UE, pese a las declaraciones públicas de muchos en ese sentido.
La canciller alemana Angela Merkel sostuvo que la decisión del referéndum británico es irreversible y advirtió a quienes confunden sus deseos con lo que pasará. La recepción de Cameron estuvo salpicada por la irritación, lástima y desdén por parte de líderes y legisladores de la Unión Europea.
Poco antes de que llegara a Bruselas la cumbre de la tarde, el Parlamento Europeo adoptó una resolución no vinculante en la que insta a Londres a activar la cláusula de salida voluntaria de la UE lo más rápido posible. Eso daría paso a negociaciones sobre los términos de la separación con un plazo de dos años para concluirla.
«Esperar por varios meses, como usted ha anunciado, y tomar de rehén a todo nuestro continente solamente por razones internas de un partido político sería totalmente inaceptable», le dijo el líder del parlamento europeo, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, al primer ministro británico.