La UE aprueba al fin el fondo de recuperación europeo
El pacto inyectará 750.000 millones a la economía continental con 390.000 millones de ayudas directas. España recibirá 140.000 millones
Tras varias jornadas de reuniones maratonianas, la Unión Europea consiguió aprobar este martes de madrugada su plan de choque para hacer frente a la crisis del coronavirus. El club puso de acuerdo a los países partidarios de ayudas masivas y a los frugales para poner en marcha un paquete de 750.000 millones de euros con 390.000 millones de ayudas directas a los estados.
El gran pacto tendrá finalmente una forma diferente a la que había sido dibujada, con un descenso del 22% de las transferencias directas por la presión de los estados del norte de Europa. España, no obstante, asegura que los 140.000 millones que recibirá han quedado prácticamente intactos. De la cantidad recibida, 72.700 millones serán ayudas directas.
«Hemos mostrado responsabilidad colectiva y solidaridad; creemos en un futuro común. El acuerdo es una clara señal de que Europa es una fuerza de acción, crucial en el viaje europeo: es la primera vez en la historia que nuestro presupuesto se vincula a los objetivos climáticos», presumió Charles Michel, el coordinador de la reunión.
Una vez anunciado el acuerdo, el presidente español, Pedro Sánchez, celebró que se trata de «un gran acuerdo para España y un gran acuerdo para Europa, que no quepa duda que hoy se ha escrito una de las páginas más brillantes de la historia de la Unión Europea».
No obstante, el bloque de países del sur que encabezaban Francia, España e Italia no logró escapar de las condiciones que pedían los del norte, ni alcanzar los mínimos demandados. Si en un primer momento requerían de 500.000 millones de ayudas directas, finalmente se tendrán que conformar con 390.000 millones que la Comisión Europea captará en los mercados y deberá repagar hasta 2058.
Los 750.000 millones llegan con mecanismos de intervención por parte de los países frugales
Con la pérdida de más de 100.000 millones de subvenciones, el plan recorta el Fondo de Transición Justa para economías no verdes –que cae de 30.000 a 10.000 millones–, la inversión en I+D –de 13.500 a 5.000 millones–, los Fondos de Desarrollo Rural –de 14.000 millones a 7.000 millones–, el programa Horizon UE –queda en 5.000 millones– o el programa de Salud –directamente desaparece–.
Además, el grupo de estado que lideraban los Países Bajos no logró imponer el derecho a veto, pero sí mecanismos de revisión e intervención. «Paradójicamente el saber que habrá un par de ojos más mirando puede hacer que el sistema intervención no sea necesario usarlo nunca», dijo Mark Rutte, primer ministro holandés.
Los planes de cada país se deberán aprobar por mayoría cualificada y contarán con una vía de escape para ser vetados. “Si uno o más estados miembros consideran que hay desviaciones graves del cumplimiento satisfactorio de los plazos y los objetivos, puede requerir al presidente del Consejo Europeo que se trate el tema en el próximo consejo”, señala el texto aprobado.
Medidas para satisfacer a los ‘frugales’
A pesar de su rechazo inicial, Sánchez terminó por aceptar las condiciones. «Entiendo que con el instrumento haya países que quieran que el dinero se gaste en los planes para que fue creado este fondo si se van a endeudar», admitió.
De este modo los cuatro países frugales —Países Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca— verán como se reconocen varias de sus principales peticiones pues, si uno de los estados miembro viola las normas se le podrán congelar los fondos que recibe de la Unión Europa.
Además de las restricciones, el bloque también consiguió arrancar un incremento de los fondos que recibirán de los presupuestos de la Unión Europea. Entre 2021 y 2027 se repartirán más de 50.000 millones de euros con Alemania, que se llevará la mayor parte del pastel.
De este modo, Dinamarca verá como su compensación sube desde los 222 millones hasta los 377 millones en los presupuestos. Un camino similar recorrerán Austria –de 287 millones a 565 millones–, Suecia –de 823 millones a 1.069 millones y los Países Bajos –1.575 millones–. Mientras Alemania alcanzará una retribución de 3.671 millones.