La revista ‘Trends in Neurosciences’ advierte de que el coronavirus puede acelerar el párkinson
Investigadores estadounidenses señalan el coronavirus como una de las bases que pueden desarrollar la enfermedad de párkinson
El coronavirus deja rastro en las personas que infecta y sus síntomas pueden alargarse meses e incluso dejar secuelas: una de ellas, el párkinson. Así lo ha asegurado la revista Trends in Neurosciences basándose en el estudio que han llevado a cabo un grupo de investigadores estadounidenses, que concluye que esta enfermedad podría convertirse en un efecto secundario de la Covid-19.
«Mientras continuamos lidiando con la pandemia también debemos considerar sus implicaciones para el futuro. Cada vez hay más evidencia de que los efectos secundarios de la infección por Covid-19, como la inflamación y el daño al sistema vascular, podrían sentar las bases para el desarrollo de la enfermedad de párkinson», aseguran los científicos que han realizado la investigación.
«Algunos pacientes pueden desarrollar “manifestaciones neurológicas graves a pesar de los síntomas respiratorios leves»
El SARS-CoV-2 es virus respiratorio, pero su virulencia y potencial patogénico provoca complicaciones neurológicas. Este hecho sorprende a los expertos, que han explicado que algunos pacientes pueden desarrollar “manifestaciones neurológicas graves a pesar de los síntomas respiratorios leves”.
La Covid-19 puede acelerar el proceso neurodegenerativo
El documento apunta que en al menos tres pacientes de 47 se observó un parkinsonismo clínico desarrollado, ya fuera de forma aislada o con otros déficits neurológicos. Tenían 35, 45 y 58 años y todos sufrían una infección respiratoria grave que requirió hospitalización. Sin embargo, los autores insisten en que estos casos no prueban una relación causal entre la infección por SARS-CoV-2 y el desarrollo del párkinson, sino que, los pacientes estaban destinados a desarrollar esta enfermedad y la infección viral sólo aceleró un proceso neurodegenerativo
No obstante, la proximidad temporal a la infección viral sugiere un vínculo causal. Además, ninguno de los pacientes notificados mostró signos de párkinson prodrómico antes de contraer el virus. “No hay descripciones de neuropatología en pacientes que desarrollaron parkinsonismo de forma aguda después de la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, tal vez se pueda extraer algo de un número de informes post-mortem que describen a quienes mueren con Covid-19 sin parkinsonismo”, señala el informe.
Las tres formas en las que la Covid-19 puede afectar al sistema nervioso
En el documento, los investigadores sugieren posibles formas en las que el coronavirus puede condicionar el inicio de la enfermedad que afecta al sistema nervioso.
1.Lesiones vasculares. Una de ellas son las lesiones vasculares que se desarrollan en múltiples órganos, incluido el cerebro, en los casos más graves. “Esto podría directamente dañar el sistema nigroestriatal, similar a lo que se ve en el parkinsonismo vascular.
2. Trastornos inflamatorios. Estos científicos asocian los trastornos inflamatorios y el riesgo elevado de párkinson. “Es posible que una marcada inflamación sistémica causada por COVID-19 grave pueda desencadenar neuroinflamación y desaparición de neuronas de dopamina nigral”, han indicado.
3. El SARS-CoV-2 puede ser un virus neurotrópico, ya que se ha detectado ARN viral en la autopsia de pacientes con coronavirus. Algunos estudios neuropatológicos han sugerido que el proceso de enfermedad de párkinson podría comenzar en el olfato sistema o en los nervios entéricos y luego se propagan a lo largo de las vías neurales al cerebro
“De hecho, la hiposmia y el estreñimiento son características comunes de párkinson prodrómico”, han explicado los científicos. Y concluyen que el virus puede obtener acceso directo a las regiones del cerebro relevantes para el párkinson a través de estas rutas.