La hostelería presiona al Gobierno para abrir ya en mayo
Distintas patronales del sector advierten que si no pueden subir la persiana antes del mes de junio quebrará alrededor del 25% de los negocios
Apartados de todos los planes de de diseño del fin del confinamiento del Gobierno, los hosteleros elevan el tono. Mientras el Ejecutivo advierte de que bares y restaurantes podrían no abrir hasta la llegada de 2021, las distintas asociaciones alerta: si no subimos la persiana en el próximo mes habrá una oleada de quiebras que podría alcanzar el 25% de los establecimientos, calculan desde las patronales. En Barcelona, los restauradores piden que se intervengan los alquileres.
Jose Luis Yzuel Sanz, presidente de la patronal de Hostelería en España, fue el primero en alzar la voz después de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insinuara que la restauración no podrá reactivarse hasta 2021. «Son declaraciones lamentables e irresponsables», dijo en una entrevista concedida a la cadena Cope. Además, el dirigente lamentó que el gabinete de Pedro Sánchez no haya dado ningún tipo de pista de como se va a producir la desescalada después del brote del coronavirus.
Las mismas tesis defendió esta semana el Gremi de Restauració de Barcelona. Su director, Roger Pallarols, sugirió dos fechas para la vuelta a trabajo: «La fecha ideal sería el 15 de mayo y la fecha con más cautela sería el 1 de junio». Su principal argumento es que de no respetar tales plazos el 25% de los 8.500 bares y restaurantes de la ciudad de Barcelona estarían en riesgo cierre.
La patronal valenciana: si no se reabren bares y restaurantes «será dramático»
El directivo criticó la falta de interacción por parte del Gobierno. «Las fechas propuesta son razonables: con demasiado tiempo más de cierre, se multiplica el riesgo de que las consecuencias sean aún mas irreversibles. Pero no tengo la confirmación de nadie que me haya dicho que trabajan con estas fechas».
A la presión se sumó este jueves la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) que, a través de un comunicado, reclamó «la reapertura de todos los comercios, bares, restaurantes, hoteles, actividades y empresas». La organización; presidida por el naviero Vicente Boluda y en la que Juan Roig, dueño de Mercadona, cuenta con mucho peso; alerta que de no seguirse sus instrucciones el golpe en el empleo «será dramático».
Los empresarios valencianos se comprometieron a «tomar las medidas de seguridad y salud necesarias», pero cargó de responsabilidades a los gobiernos autonómicos para que trasladen su presión «con valentía y determinación» al Ejecutivo central. «Es imprescindible, sino miles de empresas tendrán que cerrar, con efectos desastrosos para el empleo en nuestro país», añadió.
Madrid sí respalda a los hosteleros
La única gran ciudad que ya dio a conocer sus planes para poner en marcha la hostelería fue Madrid. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, afirmó esta misma semana que la capital ya trabaja en un plan propio de desescalada que incluye la ampliación de las terrazas de los bares, reducir aforos o instalar medidas de protección como mamparas.
Además, se planea instalar cámaras de control de temperatura en los grandes centros de trabajo de los funcionarios municipales.
La decisión depende del Ministerio de Sanidad, pero el Ayuntamiento de Madrid trabaja en dos líneas principales, la primera para planear la vuelta a la actividad en la hostelería y la segunda para la vuelta al trabajo en sus propias instalaciones, donde estudia poner cámaras térmicas para detectar a los posibles infectados. Además, se está «reflexionando» sobre el teletrabajo y la flexibilidad de entrada y salida del personal municipal.
«Estamos en ese proyecto piloto que se va a hacer en grandes centros de trabajo del Ayuntamiento», aseguró el edil en una entrevista con Antena 3. No obstante, del mismo modo que sus homólogos catalanes y valencianos, sabe que la decisión final no pasa por él. El balón está en el tejado de Salvador Illa.
El proyecto ‘Hostelería Segura’
Pero más allá de presionar a la administración, Hostelería de España lanzó esta misma semana el proyecto Hostelería Segura, con el que pretende distinguir a restaurantes, bares y cafeterías que cumplan una serie de medidas de limpieza autoimpuestas por el gremio.
El protocolo obligará a la toma de temperatura en la entrada del local, un ajuste del aforo para respetar las distancias mínimas, facilitar hidrogel a los clientes y extremar la limpieza en la cocina, cubiertos y baños.