La CUP se descarta para el gobierno de concentración que plantea ERC
La CUP se suma a los comunes y cierra la puerta a incorporarse al govern Torra tras la sentencia del Supremo
Primero fueron los comunes, que el lunes ya dieron portazo a la idea lanzada por Roger Torrent, y ahora es la CUP la que se borra del eventual gobierno de concentración planteado por el president del Parlament como posible respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo en la causa del procés.
La diputada Maria Sirvent fue la encargada de lanzar el jarro de agua fría al planteamiento, Junts per Catalunya (JxCat) no ha descartado públicamente, como sí ha hecho con la otra opción puesta sobre la mesa por ERC, la de las elecciones anticipadas.
«¿Con qué objetivo? ¿Con qué intención? No lo vemos en ningún caso, replicó Sirvent al ser preguntada en Ràdio 4 sobre la posibilidad de incorporarse al govern que encabeza Quim Torra, al que hace tiempo que los cuperos acusan de haber regresado al autonomismo y de camuflarlo tras una retórica independentista sin traducción práctica. Para la CUP, el objetivo del govern sigue siendo gestionar las «migajas» y privatizar servicios.
La CUP no cree a Torra y Puigdemont
Es decir, que la formación antisistema tampoco se cree las últimas llamadas de Torra y Puigdemont a «la confrontación» y a «recuperar la iniciativa» política tras la sentencia para poner rumbo a la independencia. Sirvent sí defendió la necesidad de que el independentismo plantee una respuesta conjunta al Supremo, que no concretó en qué debería consistir pero que para ella debería pasar por «ejercer» los derechos políticos y lograr los objetivos que han llevado a los líderes independentistas a la cárcel o «el exilio». Es decir, por ejercer la autodeterminación.
La diputada de la CUP admitió las «esfuerzos» que se están haciendo en este sentido. Pero añadió que el actual contexto de «precampaña» electoral complica y «pervierte mucho» la situación porque cada cual mueve ficha pensando en sus intereses partidistas.
Los cuperos también ven «agotada» la legislatura, y consideran «prácticamente imposible» dar apoyo a los presupuestos de 2020 tras la primera reunión mantenida esta semana con el departamento de Economía que encabeza el vicepresident Pere Aragonès. Según Sirvent, los casi 800 millones de incremento de gasto previsto respecto de las cuentas fallidas de 2019 corresponden en realidad a partidas ya comprometidas, y el govern no plantea políticas nuevas en sus cuentas.
Los comunes ya descartaron también el pasado lunes una eventual incorporación suya al govern, y este mismo viernes, Ada Colau refrendó el portazo.