Los empresarios se niegan a compensar la insostenibilidad del sistema público de pensiones en España. La patronal prepara una dura oposición a los planes del nuevo Ejecutivo.
El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), de implantar «figurar impositivas nuevas» para pagar las pensiones pone en alerta a la CEOE, que teme un aumento del impuesto de sociedades, avanza La Información.
El clima de entendimiento al que se apuntó la organización que preside Juan Rosell por el pacto social para subir los sueldos hasta un 3% podría tener los días contados. Y es que se espera que los sindicatos apoyen a la Moncloa.
El PSOE propuso hace dos meses introducir una base imponible mínima del 15% del resultado contable de las empresas multinacionales. Según los cálculos del partido de Sánchez estas compañías declararon resultados contables de 96.000 millones y «si se descuentan las operaciones exentas, quedan 77.000 millones».
El partido ahora en el gobierno veía insuficientes los 6.800 millones ingresados a Hacienda por los grupos multinacionales, el 8,8% del beneficio, y calculaba que podía aumentar la recaudación en 4.000 millones.
La patronal teme que el PSOE aplique esta propuesta para financiar medidas como la supresión del copago farmacéutico o la recuperación de la sanidad para los inmigrantes sin papeles.
Según Antonio Garamendi, vicepresidente de la CEOE, «solo se habla de cómo cobrar más y se habla poco de por qué no paga más gente»; mientras que Rosell considera prioritario acabar con la economía sumergida en vez de subir los impuestos.
Juan Rosell prioriza acabar con la economía sumergida antes de subir impuestos
La incomodidad de los empresarios con Sánchez coincide con la semana en la que la CEOE ha firmado con los sindicatos el preacuerdo del pacto salarial, que incluye un aumento salarial anual del 2% hasta 2020, más un 1% adicional en función de los beneficios, la productividad y el absentismo.
Sobre este clima de acuerdo sobrevuelan ahora elementos con menor grado de consenso como los aumentos de impuestos, que también podrían extenderse al IRPF.
Aumento del IRPF
En la oposición, Sánchez defendía aumentar el IRPF en los tramos altos de renta y aplicar un tipo del 26,5% a partir de los 150.000 euros anuales.
En Cataluña, la comunidad con el tipo más elevado, sumando el tramo estatal y el autonómico, los contribuyentes con este nivel de ingresos pagarían el 52% de su retribución en impuestos. El PSOE cifraba el 400 millones la recaudación adicional que aportaría esta medida.
El gobierno de Mariano Rajoy pretendía implantar una tasa a las empresas tecnológicas, la conocida como tasa Google, pero Sánchez como líder de la oposición la consideró insuficiente ya que, en su opinión, su capacidad recaudatoria era baja.
Por ello planteó la necesidad de nuevos impuestos.