La caída del pelo, una de las secuelas más visibles del coronavirus
Las consultas médidas de tratamientos para eliminar la alopecia se incrementan por la pandemia de Covid-19 en España
La perdida de cabello se ha convertido en una de las consecuencias más dramáticas del coronavirus. Un fenómeno asociado directamente a la infección que provoca la Covid-19 en el organismo, pero que también se ha incrementado por la situación de estrés que viven los pacientes. Cada vez más personas recurren a profesionales sanitarios para buscar una solución ante esta secuela y evitar que la alopecia los acompañe de por vida tras la pandemia.
Las consultas médicas se han llenado de supervivientes del coronavirus, que buscan una solución profesional para la caída del pelo, que puede ir desde tratamientos farmacológicos hasta un implante capilar. “El número de pacientes con caída de pelo abundante está aumentando”, ha confirmado la dermatóloga del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, Claudia Bernárdez, a Redacción Médica.
La vía más sencilla para devolver la frondosidad son las técnicas no invasivas que devuelven la fuerza capilar a los pacientes tras haber superado la Covid-19. “En general son pacientes que van a requerir tratamiento médico para estimular el crecimiento, con lo cual podrán volver casi a la normalidad”, ha aclarado la especialista.
Sin embargo, un volumen de enfermos de coronavirus no logra retornar a su estado original de cabello tras haber finalizado su tratamiento. Por eso, se ven abocados a someterse a una cirugía que lleva asociada una recuperación de al menos dos semanas.
«La situación de confinamiento y teletrabajo hace que sea una época idónea para la realización de esta cirugía»
La intervención implica la extracción de unidades foliculares y sus células madre de una región del cuerpo del paciente para recolocarlo en aquellos lugares de la cabeza donde falta el cabello. Generalmente implica también el rapado del pelo, aunque algunas nuevas técnicas han modificado este paso.
Las restricciones del coronavirus frenan el turismo capilar a Turquía
Las limitaciones de los viajes internacionales que han impuesto las grandes potencias europeas han limitado el turismo capilar, una práctica que ha llevado en los últimos años a miles de personas hasta países como Turquía para acceder a un tratamiento de bajo coste. España es uno de los países que más demanda de pacientes ha provocado en el país asiático.
Los expertos insisten en las consecuencias que tiene la pérdida del pelo para la salud psicológica de las personas que lo sufren. Un factor que se suma a las secuelas que ha dejado la crisis sanitaria del coronavirus en la estabilidad emocional de la población. La alopecia androgenética afecta a más de un 50% de la población.
“El pelo es el encargado de enmarcar la cara y su falta puede dar una falsa sensación de envejecimiento o menor belleza. Por ello, las consultas para tratamiento capilar o trasplante son muy frecuentes”, ha subrayado la dermatóloga.