La apuesta catalana de Sáenz de Santamaría para gobernar la Generalitat
La vicepresidenta contacta con Santi Vila, que se deja querer para ser el candidato del Pdecat cuando fracase la apuesta por el referéndum
El Gobierno de Mariano Rajoy explora el terreno. Y también lo hacen algunos dirigentes de los partidos independentistas. Uno de ellos es Santi Vila, consejero de Cultura, que se deja querer sin tomar, todavía, ninguna decisión. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, mantiene el contacto con Vila. De hecho, ha mantenido entrevistas en Barcelona y en Madrid en las últimas semanas, y sabe que puede ser el candidato del Pdecat para las próximas elecciones a la Generalitat.
Esos contactos, según distintas fuentes consultadas, no comprometen a ninguna de las partes, pero suponen una aproximación para conocer qué pasos se pueden dar una vez se constate el fracaso de la apuesta por el referéndum. Esa es la cuestión que el movimiento independentista se niega a admitir –por ahora– con la tesis oficial que todo sigue adelante.
Sin embargo, el Pdecat ha puesto en marcha su plan para salvar su espacio ideológico y buscar un lugar bajo el sol, –o con la repetición de un gobierno soberanista, junto a Esquerra Republicana, o en la oposición– en el que Santi Vila puede ser una pieza esencial.
Saénz de Santamaría no desfallece. Insiste en ‘mapear’ toda la política catalana, y en analizar todas las posibles salidas, y busca acercamientos. Vila mantiene buenas relaciones con la vicepresidenta, como las tuvo y las tiene con la exministra de Fomento y ahora presidenta del Congreso, Ana Pastor.
Santi Vila mantiene una buena relación con la vicepresidenta, igual que con Ana Pastor
El problema se centra en cómo aborda el Pdecat los próximos meses. El acuerdo entre el presidente Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, es convocar el referéndum y actuar, en función de la reacción que tenga el Gobierno de Mariano Rajoy. Las opciones son diversas, y entre ellas figura una posible declaración de independencia que pueda quedar ‘suspendida’ durante varios meses a la espera de una negociación con Rajoy que se sabe que no tendrá ningún fruto. Pero con ello se pretende ganar tiempo.
Con ese esquema, Puigdemont y Junqueras podrían acordar el calendario electoral para el primer trimestre de 2018, o, incluso, algo más avanzado el año. Y es ahí donde aparece la figura de Santi Vila como candidato del Pdecat a la Generalitat, según avanzó David Bonvehi a cuadros y dirigentes del partido en un almuerzo en Manresa. Bonvehí no se inventó nada, sino que informó de los escenarios que se plantea la actual dirección del partido. Si el plan sigue adelante, Santi Vila podría salir del Govern antes del verano, para no correr el peligro de ser inhabilitado si se convoca el referéndum.
¿Es Santi Vila el único nombre? No, pero puede ser el único disponible. El otro nombre es el de Mercè Conesa, la presidenta de la diputación de Barcelona, y alcaldesa de Sant Cugat, muy bien vista por la coordinadora general del Pdecat, Marta Pascal.
Conesa tiene un punto a favor, y es que no ha tenido ningún problema en decir públicamente que el referéndum no debería celebrarse porque, siendo imposible acordarlo con el Gobierno español, podría ser una repetición del 9N. El obstáculo para que sea candidata es ella misma, que no está disponible, según apuntan distintas fuentes del partido.
Marta Pascal apoya a Mercè Conesa, pero la presidenta de la Diputación no está disponible
Vila, en cambio, personifica esa ambigüedad que tanto ha utilizado Convergència Democràtica en el pasado. Por un lado, se presenta como un dique frente al populismo de izquierda, frente a “un exceso de ideología”, como apuntó en una conferencia este pasado jueves en la Cambra de Comerç. Por otro lado, asegura que no se puede dejar de plantear “un pulso” al Estado, y que sin una apuesta “soberanista” Cataluña no tendrá futuro.
Pero es incapaz, por ahora, de dar un paso y afrontar la realidad. Aunque no es el único. Ni Puigdemont ni Junqueras quieren admitir que la vía del referéndum no es posible, y que, más tarde o más temprano se deberá convocar elecciones al Parlament y reorientar la apuesta por la independencia, con una ruta alternativa más a largo plazo. Lo saben, pero temen que un paso atrás tenga un castigo enorme.
Todo eso lo sabe Sáenz de Santamaría, que corteja a dirigentes como Santi Vila u Oriol Junqueras. Y sabe también que el propio Rajoy condicionará en gran medida la composición del próximo gobierno de la Generalitat, porque si plantea una alternativa posible, algunas fuerzas políticas como el PSC pueden garantizar la estabilidad de un ejecutivo catalán presidido por Junqueras que no tenga mayoría absoluta.
Mas avalará a Santi Vila si todo el escenario del referéndum se viene abajo
En un plano paralelo se encuentra Artur Mas, que mantiene un grupo de fieles que diseñan el futuro inmediato. Mas, que no puede ser candidato porque está inhabilitado durante dos años por la causa judicial del 9N, presiona para provocar una reacción del Gobierno español. Sólo una sobreactuación del ejecutivo de Rajoy en contra del referéndum, una vez se convoque, puede ofrecer alguna esperanza al independentismo de que la Unión Europea reclamara un acuerdo. Pero avala la opción de Santi Vila si no queda más remedio, con el objeto de que el Pdecat tenga alguna salida electoral airosa.
Con todo todavía demasiado abierto, con dudas constantes en el seno del gobierno catalán, algunos dirigentes plantean, de nuevo, la opción del propio Puigdemont. Aunque el presidente catalán no quiere ser candidato, ¿qué ocurrirá a finales de año, si recibe una enorme presión por parte de su partido?
Todos juegan estas semanas sus bazas de futuro. Y Santi Vila, que guarda las formas, y que puede cometer el error de que nadie sepa –ni los suyos propios– si sube o si baja, ha comenzado a preparar el terreno. Y Sáenz de Santamaría lo sigue anotando todo en su cuaderno.