Junts per Catalunya y el Pdecat ya no disimulan su división
Los dirigentes de Junts per Catalunya urgen la investidura de Puigdemont, mientras el Pdecat reclama cesiones para evitar unas nuevas elecciones
La división existente entre el círculo de diputados de Junts per Catalunya (JpC) que rodea a Carles Puigdemont y el Pdecat ha dejado de ser un fenómeno soterrado. La división, existente desde hace semanas, ha pasado a mostrarse con cierta crudeza.
La festividad de Sant Jordi, siempre politizada —aunque nunca tanto como este año— sirvió para comprobar la desunión del grupo parlamentario de JpC, donde conviven los fieles a Puigdemont (dos tercios de los 34 diputados) y los fieles al Pdecat (el tercio restante).
Junts per Catalunya y el Pdecat celebran actos distintos durante Sant Jordi
Los dos bandos no sólo evitaron exhibirse conjuntamente durante la jornada, sino que cruzaron mensajes contradictorios. Elsa Artadi y Eduard Pujol —las voces autorizadas del puigdemontismo— se organizaron su propia agenda con una atención a los medios ante el Palau de la Generalitat.
Desde allí urgieron la investidura de Puigdemont. «Tenemos prisa», dijo Artadi, usando una frase que provoca los nervios de una parte importante de la clase dirigente del independentismo, harta de vivir con el cronómetro de la cuenta atrás en marcha.
Forzar la máquina
La estrategia de los hombres de Puigdemont ya está definida: el Parlament debe aprobar la reforma de la ley de Presidencia (diseñada para habilitar la investidura a distancia) y forzar la máquina con la candidatura del expresidente. El problema es que sólo el círculo de Puigdemont y la CUP están convencidos de estos planes; el resto del movimiento soberanista discrepa porque asume que el Tribunal Constitucional tumbará la reforma y será inviable.
Aquí es donde entra el realismo del Pdecat, que reclama «cesiones» a todos. El mensaje va inequívocamente dirigido a sus correligionarios de Junts per Catalunya. «Estamos en un contexto en el que habrá cesiones por parte de todos», afirma la coordinadora general del Pdecat, Marta Pascal, que este Sant Jordi encabezó un acto al margen de JpC.
El Pdecat se guarda sus últimos cartuchos para forzar la formación de gobierno
La dirigente del Pdecat quiere evitar a toda costa la repetición de elecciones. Sabe que la formación de gobierno no resolverá las tensiones internas, pero en expresión privada de algunas voces del partido, «permitirá el aterrizaje de algunos satélites».
El Pdecat se guarda algunos cartuchos para forzar la formación de gobierno. Quiere esperar a que se cumpla el guión de la reforma inviable de la ley de presidencia y luego lanzar su última ofensiva. No confía al cien por cien en ella porque, de hecho, en el cuartel general del Pdecat ya han comenzado las cábalas sobre un futuro escenario electoral y sobre cómo se articularía una nueva oferta sin Puigdemont en los carteles.