Juanjo Puigcorbé: del Connery de ERC al malo de la película
Puigcorbé ha pasado en tres años de revulsivo electoral de ERC en Barcelona a ser el epicentro de la mayor crisis de los independentistas en el Ayuntamiento
“Es nuestro Sean Connery”. Así presentaba en marzo de 2015 el entonces alcaldable de ERC en Barcelona, Alfred Bosch, al actor Juanjo Puigcorbé, el flamante fichaje con el que los independentistas pretendían captar en las municipales a antiguos federalistas desencantados con el PSC, porque el propio intérprete se situaba en ese paquete. Tres años después, aquel fichaje estrella está en el epicentro de la mayor crisis de Esquerra en Barcelona en lo que va de mandato.
Puigcorbé, ahora acusado de maltrato laboral a empleados de la Diputación de Barcelona, presentó su renuncia forzado por el partido, pero ha hecho marcha atrás y se ha quedado con su acta de concejal en el Ayuntamiento y con la de diputado provincial. Este viernes, el actor, que ahora se hace llamar Joan Josep, ha escenificado en el pleno su ruptura con los de Bosch. A partir de ahora, seguirá como concejal no adscrito, y Esquerra pasa de cinco a cuatro concejales.
Encaje fallido
El encaje de Puigcorbé en el partido, el grupo municipal y, en general, la arena política ha dado problemas desde el minuto uno. Literalmente: su primer patinazo llegó ya en su presentación como número dos y responsable de cultura de la candidatura de Bosch, en un acto en el Ateneu Barcelonés.
Puigcorbé, abogó por construir un museo de la inmigración para destacar que “Cataluña la ha construido mucha gente inmigrante”. El problema de la propuesta es que el Museo de la Historia de la Inmigración de Cataluña ya existe. Está en Sant Adrià del Besòs, al ladito de Barcelona. Tras encajar burlas en la red y palos del PSC y el propio museo, el candidato y el partido trataron de reconducir el fiasco alegando que Puigcorbé se refería a un museo de los movimientos sociales que se integraría con el de Sant Adrià.
Puigcorbé pasó pronto a asumir un papel meramente secundario en el grupo municipal, y su relación con Bosch se degradó progresivamente
En las municipales, ERC consiguió cinco concejales. Eran tres más de los que tenía el mandato anterior, pero el resultado quedaba lejos de sus expectativas. Puigcorbé debutó en el pleno con una intervención defendiendo la candidatura de Barcelona a los Juegos de Invierno, pero el actor captado como revulsivo electoral pasó pronto a asumir un papel meramente secundario en el grupo municipal –de hecho, acabó por dejar de encargarse del área de deportes-, y su relación con Bosch se degradó progresivamente.
Esa mala relación la admiten en el grupo y la reconoce el propio Puigcorbé, que admite que “no ha habido una relación especialmente interesante” con Bosch, pero le quita hierro. “Esas cosas pasan”, dice, en conversación con Economía Digital.
Renuncia forzada
Tanto se había disuelto su rol en el consistorio, que cuando el pasado 8 de junio, presentó la renuncia a todos sus cargos alegando motivos personales, a nadie le sorprendió demasiado. Pero el interín de esa decisión se ha conocido ahora, y ha provocado un terremoto.
Puigcorbé, que compaginaba su trabajo en el Ayuntamiento con el cargo de diputado provincial, ya hace tiempo que dedicaba la mayor parte de su tiempo a la Diputación, que era el organismo que le pagaba el sueldo porque en su momento, escogió renunciar al de concejal, y donde, a diferencia del consistorio, ejercía tareas de gobierno, como responsable del área de Cultura.
Puigcorbé notificó en el registro municipal su intención de dejar el grupo municipal y en el pleno de este viernes se estrenó como concejal no adscrito
La renuncia de Puigcorbé la forzó Esquerra, tras recibir un informe provisional de la Diputación que recoge quejas de varios trabajadores que de forma anónima le acusan de tratarlos mal. “El trato personal del político hacia el personal de la gerencia no es correcto, denota menosprecio, soberbia, poder y autoridad. Llevando esta situación a un nivel público”, reza el documento.
El jueves El Periódico informó de la existencia de las acusaciones y Puigcorbé anunció que hacía marcha atrás con su renuncia -que aún no estaba ratificada porque hay que hacerlo en el pleno- y que conservaría todos sus cargos. “A nosotros no nos avisó”, protestan en el grupo municipal de Esquerra. Puigcorbé notificó en el registro municipal su intención de dejar el grupo municipal y en el pleno de este viernes se estrenó como concejal no adscrito.
Cambio de opinión
Puigcorbé dice que cambió de opinión sobre su renuncia tras estudiar el informe y consultar con sus abogados. “No tiene ningún recorrido Es un documento interno que se elabora para mejorar las relaciones laborales, no un expediente sancionador”, precisa el concejal, que alega “indefensión” y que dice que llegará hasta el final para limpiar su imagen, porque no se conforma con ser el malo de la película. “Lo que es insólito es que un documento así se filtre, no había pasado nunca”, añade.
Puigcorbé, que califica la situación de «kafkiana», insinúa que todo es una maniobra para forzar su salida, porque el documento se ha difundido justo después de que entrara en el registro municipal su intención de dejar el grupo de ERC y pasar a ser concejal y diputado provincial no adscrito (en este caso, a partir de ahora en la oposición) hasta el final del mandato.
En el pleno de este viernes, el concejal díscolo optó por votar en todos los casos en el mismo sentido que Esquerra, para evidenciar, dice, que su salida del grupo municipal no responde «a una cuestión ideológica», y que no pretende «hacerle daño al partido». De aquí a las próximas municipales, ya se verá.