La situación política catalana ha sobrevolado este viernes la rueda de prensa de presentación de resultados del Banc Sabadell. El presidente de la entidad, Josep Oliu, ha explicado que en octubre «más que boicot» al banco hubo «nerviosismo». Según el banquero, la «inquietud por los hechos de octubre», en referencia a la situación política en Cataluña, motivó a los clientes a «asegurar sus depósitos».
Oliu ha apuntado que fruto de este «nerviosismo» se produjeron más movimientos de depósitos entre los clientes de Cataluña que entre los del resto de España. No obstante, ha limitado esta inquietud a los días previos al cambio de sede social de la entidad a Alicante. «La recuperación empezó la semana después del cambio de domicilio», ha señalado.
El presidente del Sabadell, banco que ganó un 12,8% más en 2017, ha rehusado descartar un retorno de la sede social a Cataluña —»En este mundo nunca puedes decir nunca jamás», dice— pero ha argumentado que la mudanza estuvo motivada por «una razón muy de peso» y para abandonar ahora Alicante sería necesaria «una razón tan de peso» que hoy en día no observa.
La mudanza a Alicante, un «as en la manga»
El cambio de domicilio era «un as en la manga por si ocurría lo que ocurrió», ha indicado, y tras el traslado el banco ha mantenido invariable su cuota de mercado en Cataluña. Preguntado sobre si el banco se sentía exiliado por haber salido de su territorio de origen, Oliu afirma no sentirse «exiliado». «Me sentiría exiliado si tuviera que vivir fuera de España», asegura.
Oliu: «Sea cual sea el tipo de gobierno (en Cataluña), mientras haya uno será positivo»
Oliu ha manifiestado que carece de datos sobre las «cuentas espejo» creadas en sucursales del Sabadell fuera de Cataluña para clientes con sus depósitos en esta comunidad autónoma. «Como cuando hay una cuenta espejo, el dinero se queda dentro del banco, no me fijo», ha justificado.
La inestabilidad política, a juicio del banquero, ya no afecta a la economía española ni a la catalana, salvo «en algunos sectores como el turismo». Por último, Oliu ha opinado que el color del próximo gobierno de la Generalitat no influye en la economía «siempre que esté dentro de las instituciones». «Sea cual sea el tipo de gobierno, mientras haya un gobierno es positivo», ha concluido.