Iceta se echa a los brazos del Constitucional para vencer a ERC y JpC
El PSC recurre al TC el portazo del Parlament a su líder y pide medidas cautelares que podrían implicar suspender el pleno de constitución del Senado
El veto del Parlament al salto al Senado de Miquel Iceta, el hombre escogido por Pedro Sánchez para presidir la Cámara Alta, acabará en manos del Tribunal Constitucional (TC). El PSC, como ya había anunciado que haría, ha presentado este jueves un recurso de amparo que incluye una patata caliente que al alto tribunal le tocará encarar de inmediato.
Los socialistas, que entienden que el Parlament solo puede ratificar la designación de los candidatos a senadores autonómicos nombrados por sus respectivos partidos (como se había hecho siempre hasta ahora), pero no bloquearla, piden al TC medidas cautelares en cuanto admita a trámite el recurso, al considerar que se trata de un caso de «urgencia excepcional».
El recurso no plantea cuáles deben de ser esas medidas, pero el caso es que el Senado se constituye, como el Congreso, el próximo martes día 21. Es decir, ese día se tiene que conformar la mesa de la cámara y se tiene que escoger un presidente, cargo para el que, si Iceta no es senador, la mayoría absoluta socialista tendría que escoger a otro.
La constitución del Senado, en manos del TC
Y, en todo caso, y como el expresidente catalán José Montilla ya renunció a su acta de senador para que la ocupara Iceta, el Senado se constituiría con una vacante, porque ahora mismo al grupo socialista le falta un representante. Y, en clave autonómica, que para eso el Senado es la cámara de representación territorial, también se puede alegar que le falta un representante a Cataluña.
En el PSC entienden, en consecuencia, que para evitar que, aunque el TC acabe anulándolo, el veto del Parlament tenga efectos irreversibles, el alto tribunal debería o bien resolver la cuestión antes del martes, o bien suspender la constitución del Senado hasta dictar sentencia. Así que el enésimo marrón para el Constitucional se plantea también a contrarreloj, en forma de cuenta atrás que puede agravar la expansión a escala nacional del bloqueo institucional que hace ya tiempo que se instaló en Cataluña.