Iceta califica de “burla” un 9N organizado por los ayuntamientos
Considera que no sería democrático y que “no tendría ningún efecto ni jurídico ni político”
El Govern que preside Artur Mas no sabe qué hacer con la consulta soberanista del 9 de noviembre. La presión de entidades como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Esquerra Republicana, le podría llevar a amparar una consulta organizada por los ayuntamientos, como ocurrió entre 2009 y 2011. Esa posibilidad, que se plantea ahora en el seno del Govern, ha causado una gran perplejidad en diferentes colectivos y partidos políticos. Miquel Iceta, el primer secretario del PSC, ha considerado que se trataría de una “burla sin ningún efecto”.
En los últimos días, y después de la reunión de los partidos pro consulta del pasado viernes, las entidades sociales empujan para que el 9N se pueda votar, de alguna manera, salvando la suspensión cautelar de la consulta por parte del Tribunal Constitucional. Y una de las ideas es que la votación sea organizada por los ayuntamientos, con la colaboración de la ANC y de Òmnium Cultural, con una cierta cobertura de la Generalitat.
Responsabilidades
Iceta, que defiende que Mas trate de agotar la legislatura, con el apoyo del PSC, para negociar una consulta pactada con el Gobierno español, ha afirmado este miércoles en una entrevista en TVE, que ese tipo de consultas “descafeinadas” ya se han producido en el pasado reciente. “No son democráticas, ni se deriva de ellas ningún efecto jurídico y político”.
¿Cuál es el problema? A juicio del dirigente del PSC, nadie quiere aparecer como el primero que reconoce que el 9N no habrá el referéndum prometido. “Nadie quiere aceptar responsabilidades por esa cuestión”, ha asegurado.