Los hosteleros catalanes claman ante la ruina: exigen reabrir de 6 a 21 horas
Bares y restaurantes de Cataluña califican de "broma de mal gusto" la ayuda económica de la Generalitat y advierten de las consecuencias económicas
La hostelería catalana exige la reapertura de sus terrazas e interiores ante el cerrojazo impuesto por la Generalitat para frenar el avance del coronavirus. Los bares y restaurantes de Cataluña han exigido que se permita el consumo presencial desde las seis de la mañana hasta las 21h.
El gremio defiende que el cierre de sus servicios ha sido ineficaz para combatir al virus, puesto que las cifras continúan aumentando, y piden la reapertura porque la suspensión sí que está generando un grave perjuicio económico. Los restauradores ven «ilógico» que mientras los diferentes escenarios dibujados por Sanidad no prevean el cierre de la restauración, Cataluña se olvide «de los criterios comunes».
A través de un comunicado, han pedido al gobierno presidido interinamente por Pere Aragonès una reapertura «inmediata» sin esperar a que este viernes se cumplan los 15 días de cierre que se habían decretado. Aspiran a trabajar en las franjas horarias donde se levanta el toque de queda: de 6 horas hasta las 21, una hora antes del toque de queda.
La ayuda de la Generalitat: «Broma de mal gusto»
El director del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, ha asegurado que «no nos podemos permitir cerrar de nuevo la economía y que la estrategia pasa por limitar y concentrar los desplazamientos, el trabajo y el consumo en un horario concreto, donde también debería haber consumo en la restauración».
Los dueños de estos establecimientos han exigido que el reparto se alargue hasta las 23.00 horas y que permita dar servicio a personas que han terminado su trabajo a las 21 y que todavía tienen que volver a los domicilios. El Gremio ha protestado por los «escasos esfuerzos» que han hecho las administraciones para compatibilizar la gestión sanitaria con la crisis económica generada.
El sector ha calificado de escasos los 40 millones que la Generalitat prevé destinar al sector, la convocatoria ha invitado al «escepticismo» entre los propietarios. Las bases de la convocatoria estipulan que la ayuda máxima por NIF es de 1.500 euros y no se tiene en cuenta si la empresa tiene uno o varios establecimientos, que han calificado de «broma de mal gusto».
Confinamiento de fin de semana en Cataluña
Las medidas que plantea la Generalitat, lejos de levantar la presión, van en una línea mucho más restrictiva. La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha aprovechado su entrevista en Catalunya Ràdio para lanzar un globo sonda: un confinamiento domiciliario de fin de semana.
¿En qué consistiría? Los ciudadanos no podrían salir a la calle salvo causas imprescindibles entre el viernes tras el toque de queda a las 22 horas y el lunes a las seis de la mañana. La Generalitat pretende así evitar el contacto social, que es durante estos dos días cuando, al concentrar el grosor de gente en descanso laboral, tiene más actividad.