Gobierno vs oposición: 1.000 preguntas sin respuesta en el Congreso

No hay pandemia, ni desescalada ni nueva normalidad en el Congreso de los Diputados. Lo que hay es una inédita situación que ha hecho que el gobierno de Pedro Sánchez acumule más de 1.000 peticiones de la oposición relacionadas con la ‘coronacrisis’ que todavía no han obtenido respuesta.

Los grupos de la oposición han registrado a lo largo de estos tres meses de estado de alarma cientos de preguntas por escrito y de solicitudes de informes sobre la crisis sanitaria y económica de la Covid-19, pero el Gobierno no ofrece señales de vida.

El atasco de la actividad en el Congreso es de tal magnitud que varios grupos de la oposición han acusado al Gobierno de «confinar la democracia», puesto que nunca como ahora la tarea opositora había sido tan sorda en la Cámara baja.

El principal grupo de la oposición, el PP, sostiene que Sánchez está «huyendo del control parlamentario» y argumenta que el Gobierno no sólo mantiene sin respuesta cientos de preguntas, sino que las cuestiones que comenzó a responder a partir de principios mayo (en ese momento la cola de preguntas era incluso superior a la actual) siguieron muy a menudo el esquema de la no-respuesta.

Preguntas sin respuesta

Un ejemplo. Pregunta por escrito: «¿Cuántos liberados liberados sindicales del Sistema Nacional de Salud se han reincorporado a sus puestos para desempeñar funciones asistenciales en toda España para hacer frente a la crisis del coronavirus?» Respuesta: «Son las comunidades autónomas las que disponen de la información», responde el Gobierno.

El diputado del PP Víctor Piriz es el encargo de llevar el control de las iniciativas de su grupo y ofrece el siguiente dibujo. «El Gobierno responde como máximo el 60% de las cuestiones que presentamos y lo hace de dos maneras: o con una explicación que no resuelve ningún interrogante o derivando la respuesta a algún tipo de informe», describe.

Según este diputado, el Gobierno ha adoptado el sistemade no responder preguntas por escrito (deben responderse en 30 días porque, si no, se convierten en orales) y luego las despacha sin claridad.

Explica este parlamentario que el problema de la oposición, no obstante, no solo está relacionado con preguntas y solicitudes de informes, sino también con las llamadas proposiciones no-de-ley. «En relación al coronavirus hemos presentado casi 300 y no se ha debatido ninguna. Huyen como pueden», lamenta.

Debate del estado de la nación

El mes de julio, tradicionalmente inhábil en el Congreso, debe servir, en un principio, para descongestionar el atasco en el Congreso porque estará habilitado para su plena actividad.

Pero, probablemente, el mes de julio no sirva para dilucidar si este año 2020 va a producirse, al fin, el momento cumbre del duelo entre el Gobierno y la oposición: el debate del estado de la nación, que no se celebra desde el año 2015.

La repetición de elecciones y la moción de censura explican en buena parte por qué este debate estrella ha dejado de celebrarse durante los últimos años, pero existe la duda de si la coronacrisis también servirá de pretexto para mutilar nuevamente esta sesión. «De momento no se ha hablado del tema», explican fuentes parlamentarias.

En todo caso, persisten en primera línea las denuncias sobre la evasión del Gobierno del control parlamentario. Este mismo miércoles, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, acaso la más combativa respecto a la inactividad del Congreso y a las evasivas del Gobierno, volvió a enfrentarse a la vicepresidenta Carmen Calvo por no contestarle a lo que planteaba sobre «los bulos» del Ejecutivo en relación a «un golpe de estado».

El duelo acabó con un golpe de efecto de la vicepresidenta, que invitó a café a Álvarez de Toledo para responder a sus preguntas. «Acéptelo», le pidió. Sin respuestas parlamentarias, sin debate del estado de la nación, pero con café.