El Gobierno busca conducir a 10 millones de empleados a un macrofondo de pensiones
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ultima un proyecto para desarrollar un plan colectivo de pensiones que llegue al 50% de los empleados
España se prepara para vivir una revolución que cambiará el sistema de jubilaciones en las próximas décadas. El Gobierno se ha marcado como meta que la mitad de los trabajadores del país se suscriba a un plan colectivo de pensiones cuando acceda a su empresa. Una nueva fórmula que conducirá a casi 10 millones de empleados hacia un modelo que ya impera entre las grandes potencias de Europa.
Alemania, Francia o Bélgica ya han implantado esta política de ahorro personal en sus países. Cerca de la mitad de sus trabajadores están suscritos a algún plan de pensiones en el seno de sus empresas. Sin embargo, en España el porcentaje apenas alcanza un 6% de los afiliados a la Seguridad Social. Los planes colectivos representan solo 35.000 millones de euros, un 3% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
El Gobierno de Pedro Sánchez se ha propuesto cambiar esta dinámica para garantizar un complemento económico adicional para las personas que se jubilan, cuando terminan su trayectoria profesional. Funcionarios públicos, empleados de pequeñas y medianas empresas o trabajadores autónomos son el gran objetivo para captar nuevos adeptos a este macrofondo.
España desarrolla un sistema de adscripción automática
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se ha colocado como el gran autor de este cambio de modelo que empezará a funcionar en los próximos meses. Será necesario llevar a cabo primero varias modificaciones formativas que faciliten una adscripción automática de los empleados al plan de pensiones cuando accedan a una nueva empresa.
Escrivá lo ha definido como el “instrumento más importante para solventar los cuellos de botella» en la promoción de planes de pensiones en España. “La idea es ponerlo fácil para que haya una oferta competitiva de gestión privada que sea amplia, accesible y barata”, ha concretado.
El objetivo es que los jóvenes que se incorporan al mercado laboral en la actualidad puedan contar con un complemento económico cuando se retiren a partir del año 2050. Una carrera de fondo que implicará una intensa colaboración entre la administración pública y los agentes privados.
El Gobierno ha incorporado el proyecto a los PGE
Las bases para poner en marcha toda esta maquinaria ya están recogidas en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el Gobierno del Partido Socialista y de Unidas Podemos ha llevado al Congreso de los Diputados. Para promocionar su macrofondo colectivo, el Ejecutivo ha reducido las deducciones de los planes privados de pensiones. Un cambio que no ha sentado nada bien en el sector financiero.
La deducción del impuesto del IRPF para los planes de pensiones privados se ha reducido de 8.000 a 2.000 euros. Solo un 8% de las aportaciones de este tipo de paquetes financieros son superiores a los 4.000 euros en España.
Por el contrario, se ha optado por elevar la aportación máxima de los planes de empresa desde los 8.000 hasta los 10.000 euros. Este cambio fiscal supondrá un aumento en los ingresos en cerca de 580 millones de euros para las arcas públicas.