Felip Puig: “Las políticas de subvenciones han terminado”
La Generalitat se centra en cuatro programas y siete ámbitos estratégicos para apoyar la industria catalana
La Generalitat tiene la caja vacía. La situación de las finanzas públicas marca la redefinición de la política industrial catalana. Su piedra clave es clara: “Las políticas de subvenciones han terminado”, en palabras del consejero de Empresa i Ocupació, Felip Puig (CiU).
El político ha tardado un año en dar forma a un plan muy reivindicado por la patronal y los sindicatos que borra de un plumazo la criticada hoja de ruta de su predecesor en el cargo, Francesc Xavier Mena. El consejero afirma que los empresarios catalanes ya se han adaptado a que el grifo de la inversión pública esté casi cerrado y que ahora toca poner sobre el papel la nueva realidad.
Proyectos industriales
Para reindustrializar el país, Puig se centra en cuatro programas (clústers, innovación, internacionalización, reactivación industrial y ámbitos estratégicos); y siete sectores que centralizan todas las actividades de Catalunya (alimentación; energía y recursos; sistemas industriales; diseño; movilidad sostenible; salud e industrias basadas en la experiencia, nombre que arropa al turismo y el deporte, entre otros). El departamento quiere impulsar ahora los proyectos industriales, no a las industrias en sí.
Puig admite que el presupuesto del que dispone es limitado, sin dar cifras, y que se intentará arañar dinero de donde sea. Pero España y Europa también ajustan sus partidas de reindustrialización. No le queda otra que ser los “facilitadores de los negocios”. Desarrollar el papel de “coordinación y alineación de las administraciones públicas para ser más eficaces”.
Foco en las pymes
Por ello, el departamento trabajará codo con codo con otras administraciones, patronales, sindicatos y centros de promoción empresarial para detectar tanto oportunidades de negocio como iniciativas empresariales que funcionan bien. Allí es donde se quiere invertir. Pondrá el foco puesto en las pymes, con menos músculo financiero que las grandes empresas y multinacionales para innovar e invertir.
Además, pretende dar definitivamente una respuesta a la grandes reivindicaciones empresariales: la ansiada simplificación administrativa o terminar la reordenación del Servei Català de l’Ocupació (SOC) que empezó Mena y se quedó a medias, entre otras.
Consell Català de l’Empresa
El otro gran cambio que acometerá el consejero es la puesta en marcha del Consell Català de l’Empresa, la mesa de diálogo social con presencia de patronales y sindicatos. “Se creará este trimestre, está en la fase final de tramitación”. El giro de CiU en este sentido es significativo, Mena eliminó estos ámbitos de negociación con los agentes sociales catalanes y, sólo dos años después, Puig apuesta de nuevo por la cogobernanza.
Incluso da un paso más. Deja la puerta abierta a recuperar también las mesas sectoriales específicas. Lo hará cuando el Consell Català de l’Empresa esté en pleno rendimiento.
20% del PIB
El Govern fija como gran objetivo del plan que el PIB industrial de Catalunya llegue al 20%. La misma meta que Bruselas marca para todos los países comunitarios en 2020. A pesar de que Puig evite concretar una fecha, la consejería se muestra optimista en conseguirlo. Fuentes del departamento aseguran que ya supone el 19% de la riqueza de Catalunya.