ETA sólo se disculpa con un tercio de sus víctimas
ETA sólo pide perdón a los "ciudadanos sin responsabilidad alguna en el conflicto", que representan 313 de sus 864 víctimas mortales de su macabra distinción
Resulta imposible contabilizar el daño que ha causado la banda terrorista ETA, pero sí que es posible poner cifras a su siniestro historial de víctimas mortales. Son un total de 864 y se dividen de la siguiente forma: 313 civiles, 209 guardias civiles, 154 policías nacionales, 106 militares, 32 políticos, 26 policías locales y 11 jueces.
Llegado el esperado anuncio de la disolución definitiva de ETA, la banda terrorista ha vuelto a decepcionar porque se ha limitado a pedir perdón a los «ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna en el conflicto», lo que vendría a ser en su macabra distinción las víctimas civiles (el 36%) y no las víctimas que pertenecían a las fuerzas y cuerpos de seguridad, a la magistratura y a la clase política (el 64%). La conclusión es obvia: los victimarios ha establecido víctimas de primera y víctimas de segunda.
Víctimas de primera
Sólo las 313 familias de los ciudadanos asesinados por ETA pueden darse por disculpadas. «Sabemos que, obligados por las necesidades de todo tipo de la lucha armada, nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna. También hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón», dice la banda.
Para el resto no hay consuelo que valga. Acaso alguna palabra de un comunicado en el que ETA reconoce «la responsabilidad directa que ha adquirido en ese dolor, y desea manifestar que nada de ello debió producirse jamás o que no debió prolongarse tanto en el tiempo, pues hace ya mucho que el conflicto político e histórico debía contar con una solución democrática justa”.
La banda no se ahorra un recado dirigido contra la actuación del Estado por sus agresiones. «Pese a utilizar el disfraz de la ley, las acciones de las fuerzas del Estado y de las fuerzas autonomistas que han actuado conjuntamente, y tampoco esos ciudadanos y ciudadanas merecen ser humillados», considera la banda.