Estalla la guerra entre el PSC y los barones del PSOE
García-Page advierte que el Gobierno "no puede depender de independentistas" mientras los socialistas catalanes lanzan guiños a ERC
La dependencia de ERC para la investidura de Pedro Sánchez amenaza con provocar un cisma en el seno del PSOE. Al preacuerdoe entre Sánchez y Pablo Iglesias para formar un gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos no le salen las cuentas sin la abstención de la formación que preside Oriol Junqueras, y entre en las filas socialistas los hay partidarios de abonarla y también otros para los que es un anatema. Unos y otros han empezado a tomar posiciones.
Entre los primeros, se sitúan Miquel Iceta y el resto de la cúpula del PSC. Por ejemplo, la alcaldesa de l’Hospitalet y presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, que este jueves ya ha abogado en una entrevista en la SER por tomar «el acuerdo de Pedralbes» como «punto de partida para avanzar» en la negociación con Esquerra.
De hecho, eso es lo que piden los de Junqueras, como insistía este mismo jueves el vicepresidente y hombre fuerte de ERC en la Generalitat, Pere Aragonès, en Onda Cero: que se vuelva a aquel documento con el que se saldó el fugaz encuentro celebrado entre Sánchez y Quim Torra el 20 de diciembre, y en el que se abogaba por un «diálogo efectivo» que se vehicularía a través de la comisión bilateral Generalitat-Gobierno y de una mesa de partidos y que sería engrasado por aquella controvertida figura del «relator».
Pero ya hay también barones del PSOE que empiezan a desmarcarse de la estrategia de buscar el aval, ni que sea en forma de abstención, de Esquerra. El que ha abierto el juego es el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha subrayado que la investidura no puede quedar en manos del independentismo.
En declaraciones a El Mundo, García-Page consideró, en referencia al preacuerdo entre Sánchez e Iglesias, que «nadie puede estar en contra de la declaración de intenciones que se presentó el martes», aunque añadió que aún falta información para valorarlo adecuadamente.
Pero, en todo caso, advirtió que el camino no es buscar el aval de ERC, y para hacerlo, recordó las posiciones esgrimidas por el propio Sánchez a l o largo de los últimos meses, cuando el presidente del Gobierno en funciones no se ha cansado de escenificar una constante negación del pan y la sal a los soberanistas. «Me remito a lo que en los últimos meses ha defendido todo el PSOE, desde Pedro Sánchez a Miquel Iceta: el Gobierno de España no puede depender de los independentistas», zanjó.