España se aboca a un ‘cuatripartito’ inédito
Podemos y Ciudadanos arrebatarían a PP y PSOE un tercio de los votos obtenidos desde hace 22 años, con pérdida de unos 75 escaños. Solo un pacto entre los dos grandes partidos daría la mayoría absoluta
Son encuestas y todavía quedan ocho meses para que se celebren las elecciones generales, pero, a la vista de los múltiples sondeos demoscópicos que se están publicando, la nota común a todos ellos es que algunas tendencias en la intención de voto parecen consolidarse y no tienen marcha atrás.
Así, salvo que sucedan hechos inesperados, como cuando en 2004 los atentados en los trenes de Madrid, a una semana de la cita electoral, hicieron cambiar de manera radical el vaticinio general que las encuestas venían dando, lo primero que parece fuera de toda duda es que se pondrá fin al bipartidismo imperante desde hace 22 años, provocado por el fulgurante auge de dos partidos, Podemos y, también, Ciudadanos.
Votos desencantados
Dos formaciones que hace cuatro años ni siquiera existían a nivel nacional y que, ahora, se van a quedar con la mayoría de los votos desencantados de las dos grandes fuerzas políticas, PP y PSOE.
Sería la primera vez desde 1989 en que la suma conjunta de los votos obtenidos por el PP y el PSOE baje del 73%. Entonces, se quedaron en el 65% cuando todavía el CDS, antes de desaparecer, conseguía el 8% de los votos, y la Izquierda Unida liderada por Julio Anguita doblaba, hasta el 9%, sus resultados.
Desde entonces, tanto PP y PSOE se han repartido entre el 73% y el 84% de los votos (entre 18 y 22 millones), lo que les ha permitido durante todos estos años alternarse en el poder con mayorías absolutas o relativas, y con una horquilla conjunta de entre 296 y 323 escaños.
PP y PSOE, 27% menos
Curiosamente, ambos extremos los obtuvieron en las dos últimas elecciones. 323 escaños en 2008, con la segunda victoria del PSOE liderado por José Luis Rodríguez Zapatero, y 296 hace cuatro años, cuando se alzó con la victoria el PP de la mano de Mariano Rajoy.
Ahora, aquel 17% que en 1989 sumaron IU y CDS se quedará muy por debajo de lo que en las próximas elecciones pueden obtener entre Podemos y Ciudadanos. Si cogemos todas las prospecciones estadísticas realizadas desde que ambas formaciones –las lideradas por Pablo Iglesias y Albert Rivera– forman parte del elenco de partidos elegibles, la suma de ambos ofrecería un porcentaje de votos que estaría en torno al 27%.
Doble bipartidismo
Votos que, salvo algunos, pocos, provenientes de IU y UPyD, llegarían desde los ciudadanos desencantados que hace cuatro años votaron al o al PSOE, de los que se abstuvieron en 2011 y del millón y medio de jóvenes que votarán por primera vez.
Con este panorama se abre camino un doble bipartidismo. El de toda la vida, PP y PSOE, con sus votantes más fieles que les volverán a votar, como siempre. Y el nuevo que formarían Podemos y Ciudadanos, caso de que la formación de Albert Rivera mantiene la senda de crecimiento que parece haber iniciado.
Abstención, cinco millones de votos en el aire
A partir de aquí, el tema de la abstención será un dato a tener en cuenta. En este caso, la dispersión resulta brutal. Metroscopia la cifra en el 28%, mientras que Celeste-TEL –la empresa demoscópica de Telefónica– la eleva por encima del 40%.
Teniendo en cuenta los 37 millones de ciudadanos que votarán en las próximas elecciones, la diferencia entre que la abstención sea una u otra es de unos 5 millones de votantes.
Sin mayoría, pactos atípicos
Con todo, y con la mayoría absoluta descartada por parte de un solo partido –en el mejor de los casos se otorgan 139 escaños al PP–, se abre todo un abanico de posibilidades, aunque solo dos opciones darían esa mayoría.
Una, descabellada y de imposible acuerdo, la del PP con Podemos, y otra, mucho más probable, la del PP con el PSOE, de impredecibles consecuencias para ambos, sobre todo para la formación liderada por Pedro Sánchez.