Ernest Maragall propone un pacto anti Vox para castigar a Manuel Valls
El alcaldable de ERC por Barcelona propone un cordón sanitario contra Vox que aislaría a PP y a Cs, que apoya la candidatura del ex primer ministro francés
El alcaldable de ERC por Barcelona, Ernest Maragall, ha propuesto este lunes a los demás candidatos al Ayuntamiento de la capital catalana un pacto «contra el fascismo» a la manera de cordón sanitario contra la ultraderecha de Vox.
Maragall ha bautizado la propuesta como «Compromiso de Barcelona contra el Odio», y la ha lanzado en un artículo en La Vanguardia en el que insta a los grupos municipales y los cabezas de cartel electoral a suscribir «un acuerdo por la defensa de los derechos fundamentales y contra el fascismo que nos permita mostrar, nítida y de manera tan mayoritaria como sea posible, este carácter de la ciudad y de la campaña electoral».
Reacción al auge de Vox
La medida es una reacción al auge de Vox y su irrupción en las elecciones andaluzas, y busca aislar también al PP y Cs. «Me indigna y me preocupa ver la naturalidad con la que la ultraderecha ha entrado, de la mano del Partido Popular y Ciudadanos, en la mesa del Parlamento andaluz y en nuestro espacio mediático», dice Maragall.
La propuesta es también un torpedo a la línea de flotación de la candidatura del ex primer ministro frances Manuel Valls, que se presenta con el apoyo del partido naranja. Valls lleva tiempo advirtiendo de los peligros del auge de la ultraderecha y ha colisionado con los de Albert Rivera con su insistente desmarcaje de los flirteos andaluces de estos con Vox. Maragall busca ahora hurgar en esa contradicción, sobrevenido talón de aquiles de Valls.
Evocación del tripartito
Pero el cordón sanitario propuesto permite a ERC y su alcaldable más cosas. Para empezar, arrastrar a la alcaldesa, Ada Colau, a escenificar esa unidad «antirepresiva», según sus propios términos, en la que el bloque independentista suma a los comunes, para evidenciar ese «ensanchamiento de la base» soberanista por el que aboga Esquerra. Y obligar al PSC a significarse, con lo que eso comporta: si suscribe el acuerdo, se estará poniendo en escena también una ruptura del bloque constitucionalista.
Se trata de movimientos que evocan al tripartito con el que gobernó el hermano del alcaldable republicano, Pasqual Maragall, y que se certificó en el Pacto del Tinell, que, por cierto, también incluía un cordón sanitario, en aquel caso contra el PP, con el que se especificaba que ninguno de los partidos firmantes (PSC, ERC e ICV-EUiA) llegaría a pactos de gobierno o de legislatura en ningún ámbito con los populares.
Maragall busca liderar un independentismo dividido
La medida tiene aún una última virtud en clave estratégica para Esquerra: le otorga a Maragall la iniciativa política en un momento en que el independentismo prepara los comicios más fragmentado que nunca, con otras cuatro candidaturas, además de la de los de Oriol Junqueras: la del Pdecat, la de la CUP, la del filósofo Jordi Graupera y la del exconseller Ferran Mascarell.
La CUP aún no ha escogido candidato y Graupera, al que los partidos dieron la espalda cuando propuso unas primarias para presentar una única candidatura independentista, va ahora por libre y tiene que construir todo de cero. Y, por lo que respecta al Pdecat, su candidata es Neus Munté, pero el expresidente Carles Puigdemont y su entorno siguen presionando a la formación para forzar un acuerdo de última hora que implicaría cambiar el alcaldable. Y habrá que ver en enero si Mascarell, vinculado al puigdemontismo acaba por integrarse en esa eventual lista conjunta o sigue por libre.
Frente a esos frentes tan abiertos, ERC sí tiene definido ya candidato y línea a seguir, y busca empezar a sacar partido a esa ventaja. El cordón sanitario propuesto por Maragall es el primer paso.