ERC mantiene dudas sobre la investidura de Puigdemont
ERC quiere un aval jurídico para dar luz verde a la investidura telemática. El independentismo se sumerge en la confusión
Una cena este martes por la noche en Bruselas entre Carles Puigdemont y Marta Rovira ha servido para acordar que el Parlament se constituya el próximo 17 de enero -circunstancia que los negociadores han llegado a poner en duda-, pero no ha valido para dar luz verde definitiva a la investidura telemática que persigue el candidato de Junts per Catalunya.
Puigdemont y Rovira están de acuerdo en que es imprescindible poner en marcha la legislatura, tomar el control de la Mesa del Parlament e imponer la mayoría independentista para impulsar la República de Cataluña, pero siguen sin cerrar un acuerdo para la investidura. ERC no quiere precipitarse a un salto al vacío sin obtener un aval jurídico, sea de sus asesores o sea de los letrados de la Cámara, mientras que Puigdemont continúa forzando la maquinaria de su partido para que se consumen sus deseos.
Lo cierto es que en el Pdecat existen resistencias a los planes de Puigdemont. La dimisión de Mas al frente del Pdecat es la demostración más clara de estas resistencias, ya que hay voces en el partido que consideran que Junts per Catalunya debería explorar una alternativa a Puigdemont, a quien no quieren negar un papel al menos simbólico.
El reglamento del Parlament no contempla la posibilidad de la investidura de un diputado en el extranjero, pero Puigdemont ya ha presentado sus credenciales para seguir adelante con su intento de investidura. El líder de Junts per Catalunya también ha planteado asumir el cargo mediante delegación de otro diputado. Pero el derecho público no habilita a los cargos a poder materializar todo aquello que no prohíben las normas, sino que, por el contrario, regula los procedimientos institucionales.
El tiempo para aclarar la situación se agota. El BOE ha concretado este miércoles que la sesión constitutiva tendrá lugar el día 17 de enero, a las 11 horas, en el Palau del Parlament. Es decir, que tan sólo falta una semana para que los negociadores independentistas alcancen un acuerdo global que clarifique la composición de la Mesa del Parlament y la presidencia de la Generalitat.