ERC maniobra para pescar en el caladero de Colau
Esquerra negocia con Sobiranistes, una corriente de Catalunya en Comú cuyos dirigentes podrían incorporarse a la lista de los de Junqueras a las generales
«Ensanchar la base». A esa máxima está abonada ERC desde hace muchos meses, y, con la espiral primaveral de elecciones que se avecina, ha decidido empezar a traducirla en clave estratégica, de modo que mientras se zafa de los amagos del Pdecat, Junts per Catalunya y la Crida de Puigdemont de arrastrarla a una candidatura conjunta, extiende la mano a los comunes.
Esquerra negocia incluso alianzas con el sector más afín al independendentismo de Catalunya en Comú Podem (CECP). La portavoz de la formación de Oriol Junqueras, Marta Vilalta, así lo admitía este lunes al confirmar el acercamiento a Sobiranistes, la corriente crítica con la dirección de los de Ada Colau impulsada por los diputados Joan Josep Nuet y Elisenda Alamany.
Esquerra dio este lunes el pistoletazo de salida a las primarias para escoger su candidato a las elecciones generales del 28 de abril, un papel para el que se perfila su actual número dos en el Congreso, Gabriel Rufián, después de que el portavoz del grupo en la cámara baja, Joan Tardà, diera a entender que no volvería a concurrir a las generales.
Si prosperan las conversaciones con la plataforma, la candidatura podría incorporar a alguna de las dos cabezas visibles de Sobiranistes. En ese sentido, Vilalta apuntó que ERC ya ha servido en el pasado «de rótula» para articular alianzas y de «puerta de entrada al independentismo para muchas persona». Rufián, sin ir más lejos.
Claro que Nuet sigue siendo diputado de los comunes en el Parlament. Alamany, en cambio, y tras meses de enfrentamiento abierto y frontal con la dirección, anunció su salida del grupo de CECP en la cámara catalana, aunque por el momento conserva el escaño. Claro que también aseguró que sus planes no pasaban por fichar por ninguna lista electoral «ni a corto, ni a medio ni a largo plazo».
Oferta de Maragall
Las negociaciones con Sobiranistes no constituyen la única maniobra de Esquerra conocida en los últimos días para captar votos provenientes del caladero de los comunes. El domingo, el alcaldable de los republicanos por Barcelona, Ernest Maragall, lanzó un ofrecimiento al conjunto del independentismo consistente en suscribir ahora un acuerdo con vistas a ser ejecutado tras las elecciones, y en virtud del cual se impulsaría la investidura del cabeza de la lista más votada del conjunto de las firmantes.
La propuesta la enmarcó Vilalta en una estrategia general, por la cual el soberanismo tienda a la unidad de acción pero sin por ello caer en «la uniformización». Es la manera de los de Junqueras de zafarse del abrazo del oso que les plantea el espectro neoconvergente con cada oferta de formar candidaturas unitarias.
Lo curioso es que ERC formule su ofrecimiento dejando la puerta abierta a extenderlo a los comunes, algo que ya daba a entender Maragall y que este lunes reafirmó Vilalta, pese a que se antoja difícil poder suscribir un pacto que incluya a la vez a los de Colau y lo que Esquerra denomina «el independentismo de centroderecha». Claro que tal vez de lo que se trata es de hacer con los comunes lo que JpC hace a su vez con la propia ERC: obligarles a dejar clara una y otra vez su negativa, y tratar de arrebatarle así algunos votos.