ERC simulará que Junqueras es su candidato pese a su inhabilitación
El rostro del líder de ERC ilustrará los sobres de propaganda electoral del partido y aparecerá en sus carteles junto con el de Romeva
ERC apostará a fondo esta campaña electoral por el discurso «antirrepresivo». Y eso pasa incluso por exprimir la imagen de Oriol Junqueras, pese a que el presidente de la formación independentista finalmente no encabeza la lista por Barcelona porque su condena comporta una inhabilitación como cargo público durante 13 años.
Pese a la imposibilidad de volver a colocarlo al frente de la candidatura, como hizo en las generales del 28 de abril y en las europeas del 26 de mayo, Esquerra quiere que su líder y principal activo protagonice la campaña.
El rostro del exvicepresidente catalán aparece en los sobres con propaganda electoral que se envían a los domicilios de los votantes, y también saldrá en los carteles electorales, como también lo hará el del exconseller Raül Romeva, que iba de número uno por Barcelona al Senado, como ya hizo el 28-A.
Junqueras y Romeva podrán seguir dando entrevistas como lo han hecho hasta ahora de forma ordinaria, pero, al no ser candidatos, no podrán dar ruedas de prensa por videoconferencia desde la prisión, como hicieron previa autorización de la Junta Electoral Central en las campañas de las generales y las europeas.
La apuesta por insistir en el escenario dibujado por la sentencia se reflejará en todos los actos de campaña, según fuentes de la dirección. El acto central, de hecho, se celebrará frente a la prisión de Lledoners, donde están encarcelados Junqueras, Romeva, los exconsellers Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn, el expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart.
Será además este sábado, día 2 de noviembre, el día en que el líder de ERC y Forn cumplirán dos años en prisión. Romeva, Rull, Turull y los también exconsellers Dolors Bassa, Carles Mundó, Meritxell Serret y Santi Vila también fueron encarcelados el 2 de noviembre de 2017, pero los cuatro primeros salieron en diciembre y volvieron a ingresar en prisión en marzo, y los tres acabaron saliendo a las pocas hors tras depositar sendas fianzas.
Esquerra ha diseñado una campaña continuista respecto de la del 28-A, más barata que aquella (1,2 millones de presupuesto, 400.000 euros menos que la de abril) y con un programa basado en dos reivindicaciones principales: la amnistía y la autodeterminación.
Mensaje de ERC a Sánchez
Los republicanos, que aspiran a volver a ganar en Cataluña, como hicieron por primera vez en unas generales en abril, enfrían además las posibilidades de avalar una eventual investidura de Pedro Sánchez tras las elecciones, aunque no cierran la puerta.
«Siempre hemos dicho que todo dependería de con qué PSOE nos encontráramos, y el que nos hemos encontrado hasta ahora es un PSOE que lo hace todo imposible» porque «prioriza pactar con PP o Cs», alegó el presidente del grupo de Esquerra en el Parlament y jefe de campaña de los republicanos, Sergi Sabrià, que insiste en ese ensanchamiento de la base independentista por el que ERC lleva apostando desde el año pasado, y que también se refleja en el lema de campaña: «Tornarem més forts» («Volveremos más fuertes»).
«El PSOE no dialoga, se le obliga a dialogar, y nuestro reto es conseguir un resultado excepcional que le obligue a sentarse a una mesa», zanjó Sabrià en rueda de prensa.
Esquerra enfría su guerra con JxCat
En ERC, donde asumen que los disturbios favorecen las expectativas electorales de la CUP, que se presenta por primera vez a unas generales, se apuesta también por enfriar el conflicto con sus socios de Junts per Catalunya (JxCat).
Por un lado, los de Junqueras posponen la reclamación de la cabeza del conseller de Interior, Miquel Buch, por las actuaciones de los Mossos que las últimas dos semanas no han gustado a los republicanos, que piden «transparencia y responsabilidades», en palabras de Sabrià, pero que abogan por dejar para más adelante las segundas porque ahora lo que toca es «gestionar la situación».
Por otro, fuentes de la dirección también enfrían el adelanto electoral en Cataluña, que aseguran que tampoco precipitarán aunque consigan un buen resultado el 10-N. «Seguro que no podemos tardar mucho en contarnos, pero no es el momento». Los republicanos quieren evitar ser señalados como culpables de un fin abrupto del gobierno de Torra y un regreso anticipado a las urnas, y prefieren esperar a una eventual inhabilitación del president, que en noviembre será juzgado por desobediencia, o a que los presupuestos de 2020 acaben en el cajón por falta de apoyos para que las elecciones anticipadas caigan por su propio peso.