ERC entierra la mesa de diálogo en plena carrera electoral con JxCat
El presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pedido que no se reactive la mesa de diálogo hasta después de las elecciones catalanas
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no está dispuesta a dar ningún paso para desatascar el conflicto catalán hasta que se resuelvan las próximas elecciones autonómicas. El presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pedido que no se reactive la mesa de diálogo con el Gobierno de España hasta que hayan concluido los comicios.
«Han inhabilitado al presidente y eso lo altera todo. Habrá que buscar fórmulas para preservar este instrumento y reactivarlo cuando se den las condiciones oportunas», ha sentenciado el líder interino del Gobierno catalán en una entrevista a El Periódico.
Sus declaraciones suponen un cambio de rumbo en la estrategia de la formación nacionalista que había puesto la mesa de diálogo como una de las prioridades en su hoja de ruta. De hecho, reactivarla fue una de las condiciones que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, estableció para negociar los Presupuestos Generales del Estado con Pedro Sánchez.
La inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat ha cambiado por completo las perspectivas del partido independentista que tiene ya la vista puesta en la celebración de las elecciones del próximo 14 de febrero, donde se medirá con su actual socio de gobierno por liderar Cataluña.
Con este último movimiento, ERC se garantiza que ninguno de los miembros de su partido salga en una foto con el Gobierno de España en plena carrera presidencial. Aragonès ya ha puesto las primeras pinceladas de la campaña en la que abanderarán de nuevo la independencia y se ha mostrado abierto a pactar con todas las formaciones que estén de acuerdo en defender el derecho de autodeterminación, incluida la CUP.
Puigdemont se reafirma en la confrontación para lograr el independentismo
ERC no quiere perder su posición independentista ante Junts per Catalunya que ha reforzado su ideario nacionalista de cara a los comicios. El presidente de la formación, Carles Puigdemont, ha hecho hoy un llamamiento a la estrategia de la «confrontación» con el Estado como parte de su campaña.
El líder independentista, fugado en Bruselas, ha cerrado el congreso que su formación ha puesto en marcha para reestructurarse antes de las elecciones. El objetivo sigue siendo sobrepasar el apoyo independentista en el 50% del electorado que acuda a las urnas.
“No podremos dar grandes saltos si no superamos una barrera que hemos convenido a decir que es muy importante para hacer política”, ha expresado Puigdemont.
El ideario acordado en el encuentro de la formación independentista abre la mano a recurrir a la “desobediencia civil y la no cooperación de manera democrática” para lograr la independencia de Cataluña. Una propuesta que marca distancias con ERC que en los últimos meses se ha mostrado más abierta a la negociación con el Gobierno de España.