Empresarios, políticos, militares y fiscales analizan en secreto el proceso político catalán
El ex jefe de protocolo de Jordi Pujol hizo de anfitrión la semana pasada de un selecto y diverso grupo poco proclive al independentismo
Representantes de lo más renombrado del sector empresarial catalán, la cúpula del Ejército y de la Guardia Civil, destacados líderes políticos y el fiscal superior de Cataluña, compartieron mesa y mantel en una reunión de carácter «estrictamente reservado» que, a instancias del empresario Juan Lanaspa Gatnau se celebró la semana pasada en las instalaciones de un pub irlandés de Barcelona. El establecimiento es propiedad de Sergi Loughney, ex jefe de protocolo de Jordi Pujol y actual director de relaciones institucionales de Abertis.
Lanaspa promovió la reunión con el objetivo de debatir sobre la actual situación del proceso soberanista en Cataluña y conocer las eventuales repercusiones que el mismo tendría para la economía de país.
Reunión secreta
El directivo de Abertis cedió las instalaciones de su local para la celebración del ágape privado. Ese día, el establecimiento permaneció cerrado al público y sólo se permitió la entrada a los invitados a la cena-reunión que, según ha podido saber Economía Digital de uno de los asistentes, tenía «estricto carácter secreto».
La idea que de forma unánime presidió el debate que tuvo lugar durante y después de la cena fue la de evidenciar que una eventual separación de Cataluña del resto de España sería una catástrofe económica y social.
Flor y nata del empresariado catalán
Entre los asistentes figuraban empresarios y economistas de renombre, como el catedrático de economía internacional, Francesc Granell; el presidente de Abertis, Salvador Alemany; el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Valls; el presidente de Fiatc, Joan Castells; el ex presidente de Nissan y de Mutua Universal, Juan Echevarría; y Julio Rodríguez, actual director de la multinacional Schneider Electric.
Entre los políticos asistentes estaban el consejero de Empresa, Felip Puig; la diputada de Ciutadans, Carina Mejías; el diputado del PP, Enric Millo; y el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta.
General del Ejército y de la Guardia Civil
Este tipo de cenáculos con participación empresarial y política son habituales. En ellos se abordan de manera informal y sin presión mediática cuestiones relativas a la actualidad del país. En cambio, el perfil de los asistentes a este encuentro secreto contaba con otros invitados inusuales: el Inspector General del Ejército y jefe de las Fuerzas Armadas en Catalunya, el teniente general Ricardo Álvarez-Espejo, y el general de la Guardia Civil Ángel Gozalo.
Más llamativa y sorprendente resulta la presencia en la cena secreta del Fiscal Superior de Cataluña, José María Romero de Tejada. Entre otras razones, porque algunos de los comensales que acompañaron al fiscal tienen o han tenido abierta alguna causa penal (caso de Echevarría) en los juzgados de Barcelona.
Querella contra Mas en el TSJC
Y, por otra parte, se encuentra en pleno trámite la querella interpuesta por la fiscalía contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas; la vicepresidenta, Joana Ortega; y la consejera de Ensenyament, Irene Rigau, por su participación en la consulta del 9N.
«La presencia del jefe de la fiscalía pareció, francamente, extemporánea», ha relatado uno de los asistentes bajo condición de anonimato. Las mismas fuentes han señalado que, en el transcurso de la cena, el número uno del ministerio público en Cataluña en ningún momento se posicionó en contra de la querella por el 9-N ordenaba por la Fiscalía General del Estado y admitida a trámite por la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Romero, compartió mesa, codo con codo, con el consejero Felip Puig, según otro de los asistentes.