El último cartucho de Iceta para convertirse en senador
El PSC reclama una votación en el Parlament de Cataluña mediante papeleta que permita avalar a Iceta o abstenerse, pero no bloquear su designación
Una vez se ha constatado que le falla la aritmética, Miquel Iceta ha decidido quemar un último cartucho para intentar salvar su designación como senador. El PSC reclama ahora que la votación en el Parlament de Cataluña sobre la elección del senador a propuesta de los socialistas, prevista para este jueves, se haga mediante papeletas en una urna. Este procedimiento, según la interpretación del PSC, impediría que hubiera votos negativos, ya que en la papeleta sólo se puede escribir nombres del candidato a senador o bien dejarla en blanco. Todo lo que no sea esto, se considera voto nulo.
Los socialistas se remiten a la ley que establece el procedimiento de designación de senadores, que en su artículo 5 dice que si la votación se hace mediante papeletas «se consideran nulas las que contienen nombres de candidatos no hechos públicos por el presidente o presidenta del Parlament».
No se trataría, por tanto, de una votación en que los diputados se posicionan a favor o en contra de la designación, sino que sólo mediría el número de apoyos de un candidato a senador. Es decir, según entiende el PSC, no ha lugar a optar por un sí, un no o una abstención. Solo se podría votar en blanco o bien por Iceta.
El planteamiento se ajusta al interés de los socialistas, que entienden que el pleno para designar a senadores autonómicos es solo «de ratificación» de los escogidos por cada partido para ocupar los escaños que tiene asignados. Al PSC le corresponde un senador de designación del Parlament, y tanto la ley mencionada como el reglamento del Parlament establecen que le corresponde proponer al candidato, para que luego sea la cámara la que lo ratifique.
En manos de la mesa
Eso es lo que ha alegado el grupo socialista en un escrito dirigido al presidente del Parlament, Roger Torrent, antes de la reunión de la mesa de la Cámara que es la que tiene que dirimir la forma de la votación. Falta ver qué dirán los servicios jurídicos de esa interpretación, porque en otras ocasiones, la designación de senadores se ha efectuado mediante voto electrónico sin problemas. Pero claro, hasta ahora, estas votaciones nunca habían pasado de meros trámites superados poco menos que por asentimiento.
Esta vez, sin embargo, el independentismo ha optado por bloquear el nombramiento de Iceta, al que Pedro Sánchez aspira a situar como presidente del Senado. Los socialistas solo disponen de sus 17 votos y los 8 de Catalunya En Comú Podem. Pero ERC, que cuenta con 32 escaños, y la CUP, que tienen 4, ya han anunciado que votarán en contra, y el PP y Cs, que se abstendrán, con lo que al PSC no le salen las cuentas. Solo queda por desvelar el sentido del voto de Junts per Catalunya, que se dirime entre el no y la abstención.
Si se atendiera al nuevo planteamiento que los socialistas han puesto sobre la mesa, todos esos anuncios sobre el sentido del voto de cada grupo no tendrían ningún sentido. No es probable, teniendo en cuenta que JpC y ERC suman mayoría en la mesa. Pero el PSC también está indicando el camino que seguirá el recurso que ya planea presentar ante el Tribunal Constitucional en caso de que Iceta se quede sin escaño en la Cámara Alta.