El sindicato del 15-M triunfa con el rechazo a las subvenciones y a los liberados
Somos Sindicalistas, la agrupaciĂłn que azota a "la casta sindical", gana las elecciones en el Ministerio de EconomĂa y es segundo en la Agencia Tributaria de Madrid
Un nuevo sindicato, forjado al calor del movimiento de los indignados y del 15-M, pero fundado hace apenas seis meses, se ha catapultado como la nueva representación sorpresa del colectivo de trabajadores.
Somos Sindicalistas, que rechaza las subvenciones a los sindicatos y que ha prohibido liberados sindicales dentro de la formación, se ha convertido en el nuevo azote de las entidades tradicionales. Critican que CCOO y UGT se han convertido en parte de «la casta» al haber negociado el nombramiento de liberados sindicales para erosionar derechos de los trabajadores.
Con un discurso hermano al de Podemos, las mareas ciudadanas o del 15-M, el sindicato emergente acaba de ganar las elecciones del ministerio de Economía, celebradas el jueves pasado, donde obtuvo 10 representantes, por encima de UGT, CCOO y CSIF (9 representantes cada uno), y de CGT, Fedeca y CSIT (4 cada uno). Somos Sindicalistas es también la segunda representación en la Agencia Tributaria de Madrid por detrás de UGT.
Siguiendo un paralelismo con lo que ocurre en el campo político, las elecciones en ambas instituciones se han disparado en relación con las votaciones anteriores. «Hay mayor motivación porque nos perciben como diferentes. La figura del sindicalista está muy desprestigiada e intentamos ganarnos de nuevo la confianza de los trabajadores. No será fácil. Cuando los sindicatos organizaban en Madrid cursos de formación, los precios se multiplicaban por dos», explica Miguel Ángel Lorenzo, representante de Somos Sindicalistas en la Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid.
El mejor servicio ciudadano
Los nuevos representantes aseguran que, a diferencia de las agrupaciones tradicionales, su principal reivindicación no será la mejora de las condiciones económicas de los trabajadores –aunque también se incluirán en las propuestas– sino luchar por un mejor servicio público al ciudadano.
«Los que nos sentimos sindicalistas de verdad nos hemos ido de las agrupaciones tradicionales porque no nos sentíamos representados cuando las cúpulas pactaban la creación de fondos privados de pensiones. Queremos rescatar la dignidad del empleado público, poder hacer carrera por méritos y renovar la plantilla de funcionarios porque tenemos una media de 50 años», explica Paz Moreno, representante de Somos Sindicalistas en el Ministerio de Economía.
También en el sector privado
La agrupación defiende que sean los representantes de cada organismo quienes negocien convenios o condiciones laborales, en lugar de las cúpulas. «Tenemos que garantizar mayor participación desde los representantes de base. Es lo que vamos a pedir en Madrid», explica Lorenzo, representante de la Agencia Tributaria local.
La agrupación no sólo ha aterrizado con fuerza en las administraciones públicas sino que también ha logrado una importante representación en el hospital de Vall d’Hebron, en Barcelona, en empresas de hostelería y hasta en el fabricante español de productos tecnológicos BQ.
Somos Sindicalistas –Somos para los amigos– niega ser el sindicato de Podemos y asegura que ejercerá su independencia ante cualquier partido o cúpula sindical. Por eso, rechazan los privilegios de los sindicalistas que cobran por representar a los trabajadores pero a quienes nunca se les ve. «No nos pagan, ergo, no nos mandan», resume su carta de presentación.