El sector empresarial empuja al PSC a pedir un gobierno de unidad
Navarro ofrece su propuesta a patronales, sindicatos y entidades de la sociedad civil
Un esfuerzo de última hora y con la mayor intensidad posible. El mundo económico no está dispuesto a cruzarse de brazos ante un acuerdo que considera del todo inestable entre CiU y Esquerra Republicana.
Las patronales y el tejido empresarial catalán consideran que ese posible pacto está condenado a un fracaso a corto plazo, y que puede durar únicamente un año. Lo que requiere el país es una gran estabilidad y por ello han empujado al PSC a que se mueva y reclame un gobierno de unidad.
Unidad, con el PSC
Las patronales catalanas son conscientes de que el PSC no está pasando, precisamente, por su mejor momento, y que el pacto más deseado, la “sociovergència”, parece del todo imposible.
Por ello, en las conversaciones privadas que han ido tejiendo con el primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro, se ha llegado a una conclusión: buscar un gran acuerdo entre los principales partidos políticos en el Parlament, siempre con la inclusión de los socialistas.
Ese encargo lo ha asumido con convicción Pere Navarro, con una premisa clara. El voto de los socialistas a la investidura de Artur Mas es imposible en estos momentos.
Negociación de los presupuestos
Así se lo trasladó Navarro al president en funciones, Artur Mas, en su reciente entrevista en el Palau de la Generalitat. Navarro no reclamó a Mas que se olvidara de la consulta de autodeterminación, pero sí le dejó claro que, si quería el apoyo del PSC, debía formular el referéndum en un contexto de legalidad sin fisuras.
Pero una vez comprobado que Mas no podía acceder a las pretensiones del PSC –aunque sectores de Convergència y, principalmente de Unió, verían bien aplazar la consulta sin comprometerse a convocarla– Navarro piensa ahora en una segunda etapa.
El PSC, con el aliento de los sectores económicos, quiere negociar los presupuestos del 2013. No a la investidura de Mas, pero sí a la negociación presupuestaria, buscando el concurso de otros grupos políticos como ICV, e, incluso, el PP.
Complicidad con patronales y sindicatos
Esas intenciones las ha plasmado el PSC en un documento, que este lunes aprobó el secretariado del partido, y que pasa por buscar un acuerdo amplio para implementar un programa claro y concreto de reforma fiscal, para hacerla “más equitativa y justa”.
También se prevé la aprobación de una ley de sostenibilidad social que fije los mínimos del gasto educativo, sanitario y social. Y, si es posible, la formación de un gobierno de “personalidades”, presidido por un diputado de CiU, porque “sería lógico”, según Navarro, que Mas renunciara después de su fracaso electoral. Navarro presentará esa propuesta en los próximos días al mundo económico y social, a los sindicatos, y a las principales entidades de la sociedad civil.
Cumbre social
Pero lo más importante ahora es que, tras la investidura de Mas, si es apoyado finalmente por ERC, se convoque una cumbre social –como reclamó el PSC– con todos los agentes políticos y sociales.
Y que de sus conclusiones se pueda establecer un gran consenso para sacar adelante los presupuestos del 2013, que comportarán un nuevo ajuste de 4.000 millones para cumplir con el déficit exigido para todo el año del 0,7% del PIB.
Es lo que quieren los empresarios, alertados ante la posible inestabilidad del nuevo Govern.