El ruido de las balanzas fiscales rompe el Estado de las autonomías
Catalunya, Madrid y Baleares soportan el déficit fiscal más elevado con el actual modelo de financiación
¡La economía lo mueve todo! Es un principio que se acepta sin rechistar. Pero con una lupa de mayor precisión se llegaría a la conclusión de que es la política.
Vamos a proponer un corto viaje a la Bourgogne. En una pequeña localidad francesa, en Joigny –donde fue arrestado el escritor Jorge Semprún por la Gestapo– los lugareños son muy hospitalarios con los visitantes. Y, aunque encuentran a los parisinos un tanto prepotentes, les acogen con amabilidad.
De Joigny a Huelva
Ocurre que a un señor de Joigny le encanta visitar París. No sabe muy bien si es cierto que la región de París, Îlle de France, es la gran privilegiada en Francia, a costa de inversiones en otras regiones francesas. Pero no le da mucha importancia. Es su capital, es la capital de su país.
Ahora nos dirigimos a Huelva, España. A un señor de Huelva le encanta poder viajar de vez en cuando a Madrid. Le gusta el arte y visita, no tanto como le gustaría, el Museo Reina Sofía, un museo de todos los españoles. ¿De todos?
Retrocedamos en el tiempo. Octubre de 2004. Esquerra Republicana pide al Gobierno que las obras de arte que reciba el Estado por el pago de deudas, se puedan repartir por los distintos museos del Estado.
Pero el Ejecutivo, entonces del PSOE, contesta que no, que se quedarán en el Reina Sofía, porque es del Estado y todos los españoles pueden disfrutar de las obras de arte que allí se exhiban.
¿Conclusión inicial? Para los dirigentes de Esquerra Republicana, y para muchos catalanes, su capital no es Madrid. Es Barcelona. ¿No es una cuestión política?
El déficit fiscal, motor del independentismo
Ese punto de partida es esencial para entender el debate sobre las balanzas fiscales, que han agrietado ya el Estado autonómico, con un proceso soberanista en Catalunya que se basa en buena medida en el déficit fiscal catalán.
Han sido economistas catalanes los que, desde hace dos décadas, han analizado los flujos fiscales entre territorios, como Antoni Castells, Núria Bosch, Marta Espasa o Maite Vilalta.
Es lo que lleva a Angel de la Fuente, investigador en el Instituto de Análisis Económico del CSIC, a afirmar que “el punto de partida sobre las balanzas fiscales es, en muchas ocasiones, político”.
Madrid, Catalunya, las más perjudicadas
Pero los flujos existen, aunque no hay cifras que expliquen todo lo que ocurre entre las administraciones públicas y los ciudadanos, que pagan sus impuestos de forma individual. La catedrática de Hacienda Pública de la UB, Núria Bosch, acaba de publicar un buen análisis de todo ello en el blog Nada es gratis, de Fedea.
Y en un trabajo, que recoge datos entre 2001 y 2005 para todas las comunidades autónomas, constata que Baleares, Madrid, Catalunya y Valencia son las más castigadas por esos flujos.
En función de dos sistemas diferentes de cálculo, el del flujo carga-beneficio, y el del flujo monetario, Catalunya presenta un déficit sobre su PIB entre el 6,13% y el 8,70%. Madrid, entre el 12,13% y el 5,57%; Baleares entre el 5,25% y el 14,21%; y Valencia entre el 2,74% y el 6,32%.
Obsérvese que el mejor cálculo para Catalunya, es el peor para Madrid, y a la inversa.
¿En qué consisten esos métodos de cálculo? Recuperaremos el ejemplo del amante del arte.
Flujo monetario o de beneficio
El Govern ha publicado, en la legislatura que expira –sólo dos años– las balanzas fiscales entre 2006 y 2009, para Catalunya. Pero sólo presentó una parte de los posibles estudios.
El Gobierno tripartito, en cambio, publicó las balanzas fiscales en 2005 y 2008 con seis resultados posibles: el saldo fiscal según los métodos del flujo monetario y del flujo beneficio y neutralizando esos resultados por el efecto crisis o de coyuntura, tanto por la vía de los ingresos como por la vía de los gastos.
En el caso del conseller Andreu Mas-Colell, sólo se ofrecieron las series de flujo monetario y de flujo beneficio neutralizadas por la vía de ingresos y la del flujo monetario sin neutralizar. Y de todo ello destacó una cifra, la más alta de todos los resultados: 16.409 millones de euros, que correspondía al flujo monetario sin neutralizar.
El AVE, ¿a quién beneficia?
Con este último método, se imputa los gastos del Estado en la comunidad donde se realizan. Es decir, una inversión, como una estación del AVE, por ejemplo, en Zaragoza, debe computar en Zaragoza, porque, donde se entiende que se genera actividad económica, es en el entorno de Zaragoza.
Pero según el otro método, el del flujo beneficio, el déficit fiscal se reducía hasta 11.261 millones de euros, el 5,8% del PIB catalán. Según este método, lo que se mide es el nivel de bienestar de los ciudadanos de un territorio. Y, siguiendo el ejemplo, la estación del AVE debería computar en todo el Estado, porque se trata de una infraestructura integrada en la red de alta velocidad española de la que se benefician todos los españoles, y no sólo los aragoneses.
El amante del Reina Sofía
En este último caso, el amante del arte, aquel ciudadano de Huelva, estaría de acuerdo con una ampliación del museo del Prado o del Reina Sofía. Porque su capital es Madrid, y cree que lo que pase en su capital le beneficia. Pero para un catalán nacionalista, esa ampliación del Prado sería un agravio, porque su capital es Barcelona. Volvemos a la política.
Con todos aquellos números que ofreció Mas-Colell, sin embargo, se podía reconstruir toda la serie. Con el método del flujo beneficio sin neutralizar el déficit de Catalunya fue en 2009 de 791 millones, el 0,4% del PIB.
Otro de los cálculos, también por el flujo beneficio ofrecía, incluso, un pequeño superávit para Catalunya de 4.015 millones, el 2,1% del PIB.
El saldo fiscal neutralizado, pero por la vía de los gastos, aportaba un déficit del 6,3% del PIB en el caso del flujo monetario, y del 4,3% con el flujo beneficio.
La balanza fiscal no lo explica todo
Angel de la Fuente, muy crítico con el propio concepto de balanza fiscal, considera que no se puede tomar un dato, una cifra, que lo explique todo, y que hay que ver qué servicios, no estrictamente traducibles en dinero, los sorporta la administración central.
En esas partidas que, según De la Fuente, no se cuentan, se debería destacar el servicio de las embajadas españolas, las bases militares del país y los servicios centrales de los ministerios y de la Agencia Tributaria estatal.
Todo esto es de gran importancia si se discute la independencia de Catalunya.
Dos extremos
Joan Ramon Borrell, profesor titular de la UB, y secretario técnico del Cercle de Economía, asegura que los dos métodos de cálculo “son dos extremos que no pueden explicar la realidad, que seguramente está entre las dos cifras”.
Para Borrell, la cuestión central es ver el gasto público por habitante en Catalunya, que es “menor” que en el resto de España. Borrell concluye que en el debate no se tiene en cuenta el hecho del que se hablaba en el inicio de esta crónica. “No hay un caso igual en el mundo, en el que un país tenga dos ciudades tan potentes, con tamaño similar, como Barcelona y Madrid”.
Borrell evoca, por tanto, de nuevo, una cuestión política.
Entre Australia, Bélgica y Alemania
Angel de la Fuente ha analizado el déficit de otros estados compuestos o federales, y ha polemizado recientemente con el catedrático de Economía de la UB, Germà Bel, para quien el déficit de Catalunya no tiene parangón en el mundo.
Para De la Fuente, en cambio, no es tan dramático, si se tiene en cuenta otras realidades, como los estados de Estados Unidos. Pero hay más datos. La región más rica de Australia, la occidental, tiene un déficit del 3,93%; la de Bélgica, Flandes, del 4,4%; la de Canadá, Alberta, del 3,23%.
Y en Alemania, aunque no hay ninguna ley que blinde el déficit, como los partidos nacionalistas catalanes difundieron durante años, los länders más ricos no superan el 5% de déficit.
España, demasiados desequilibrios
Para Núria Bosch, el componente más importante es la financiación autonómica, que explica, a su juicio, buena parte de los desequilibrios en España. Y, en el mismo artículo apuntado más arriba, constata que las comunidades con mayor superávit fiscal son Andalucía, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia.
Es significativo el caso de Asturias, porque, según Bosch, el saldo fiscal viene explicado en un 40% por el gasto en bienes económicos, “debido a las importantes transferencias que obtiene por los programas de reconversión y reindustrialización de la industria española, mediante el redimensionamiento y la modernización de los sectores en crisis, naval y siderúrgico”.
Se trata de profundas diferencias, que, con la presión de Catalunya, pueden llevar a la ruptura del actual estado de las autonomías.
El ciudadano de Joigny, en todo caso, no sabe nada de balanzas fiscales.
Ama a su capital. París, es siempre París.