El PSC quiere romper el consenso con el Govern sobre Salut que defendía Geli
Los socialistas buscan cómo intensificar su labor de oposición incidiendo en los recortes sociales y en las privatizaciones
El PSC quiere ejercer de partido de la oposición, con todas las consecuencias, aunque el título oficial de jefe de la oposición lo ostente el presidente de ERC, Oriol Junqueras.
Los cambios que se han producido en el grupo parlamentario, centrados en la cuestión sobre el derecho a decidir, tienen también otras connotaciones. Los tres diputados díscolos, Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura, los que votaron junto a CiU y ERC, a favor de llevar el derecho a decidir al Congreso, han irritado a la dirección del PSC. Pero, además, existen otras cuestiones no únicamente relacionadas con la tensión soberanista.
Antes consellers, ahora díscolos
La dirección del PSC recuerda en las últimas semanas que el partido no entendió, en los gobiernos del tripartito, algunas decisiones de sus consellers. Y, como ejemplo, se ofrece la ley de educación que impulsó el conseller socialista Ernest Maragall. El partido aceptó con disciplina aquella iniciativa, pactada con CiU. Pero no la compartió. Tampoco lo hizo con algunas decisiones de la, entonces, consellera de Salut, Marina Geli. Pero el partido defendió a todos sus consellers.
Ahora, con un partido diezmado, débil ante la presión del movimiento independentista, el PSC quiere centrarse en su electorado más clásico, que es, precisamente, el que más sufre la crisis económica. Y ha decidido romper el consenso con CiU sobre Salut que siempre ha defendido Marina Geli, y que se ha visto desplazada, perdiendo sus responsabilidades sobre el área de Salut en el Parlament.
Pacte de Salut
En las próximas semanas, el conseller de Salut Boi Ruiz, convocará el Pacte de Salut, pero esta vez el PSC podría no acudir, o tratar de modificar algunas cuestiones que, prácticamente, ya estaban ultimadas. El Pacte de Salut se constituyó, con todo el sector sanitario, en mayo de 2013. Y el conseller Ruiz aseguró que se trataba de mantener el modelo sanitario catalán al margen de la confrontación política.
Pero el PSC quiere, precisamente, esa confrontación, quiere denunciar los procesos de privatización o externalización, una apuesta que acaba de costarle, en Madrid, el puesto al consejero de Sanidad Javier Fernández-Lasquetty.
Sin funcionarios
El Pacte de Salut se reunirá el próximo 14 de febrero, y está ultimando un documento de bases que contiene, según fuentes conocedoras del trabajo, propuestas arriesgadas, como la idea de que los profesionales sanitarios no sean funcionarios, o dejen de serlo de forma progresiva. La gran paradoja es que la Fundació Campalans, vinculada al PSC, ha encargado un documento a expertos que defienden propuestas similares, con la idea de que se deben introducir formas de contratación más flexibles.
Fuentes de la dirección del partido señalan que Marina Geli ha ido “por libre” en muchas ocasiones, y que los propios cuadros y militantes del PSC quieren que su voz sea escuchada, y que “no se busquen más consensos” con CiU y el conseller Ruiz.
Comisión de investigación consensuada
Una de las cuestiones que más irritó al partido es que Marina Geli buscara ese consenso en la comisión de investigación sobre la sanidad en el Parlament. En esa comisión CiU y PSC votaron juntos para aprobar un dictamen en el que se negó que hubiera corrupción o irregularidades. Con la ayuda del PP en algunas votaciones, la sociovergencia en el sector sanitario dio sus frutos, ante las acusaciones del resto de grupos de “fraude” y de “farsa”.
En los casos que se analizaron en el Parlament, sin más trascendencia –al margen de los procesos judiciales que se siguieron– figuraron los relacionados con el grupo Innova de Reus (Tarragona), la fundación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, y el Consorcio de Salud del Maresme y La Selva, así como la relación entre el Servei Català de la Salut (ICS) y la patronal Consorcio de Salud y Social de Catalunya, el grupo Serhs y la empresa CCM Estratègies i Salut.
Geli ya no tiene responsabilidades sobre el área de Salut en el Parlament. Ahora es la diputada Núria Segú la encargada de seguir de cerca al conseller Ruiz. La diputada está a la espera de trazar una nueva estrategia, que, todavía, es incipiente.
Salut defiende el modelo
El Departament de Salut, en todo caso, sigue negando cualquier operación que pueda desmontar el modelo sanitario catalán. La secretaria general de Salut, Roser Fernández, aseguró este lunes que el “mantra” de privatización que planea sobre el sistema sanitario público catalán frena la gestión y la gobernanza del sector. Es decir, es sólo “un mantra”.
En un desayuno-coloquio, promovido por Sanofi y la escuela de negocios Esade, Fernández retó a todo el sector a “superar prejuicios ideológicos y resistencias al cambio”, con la idea de que, en realidad, el modelo de consorcios público-privados no se ha podido desarrollar. “A veces el relato va por un lado y la realidad va por otra, y nos creemos que somos líderes en modelos público-privado, y en la realidad hay muchas limitaciones”.
El PSC, históricamente, ha creído y ha apoyado ese modelo. Pero la dirección socialista cree que ahora debe ejercer de oposición y cercar al conseller Ruiz. Y con Geli esa apuesta se veía “imposible”.