El PSC busca culpables por la ‘imputación’ de Daniel Fernández
Junqueras le comunica a Mas que ERC le apoyará, pero no formará gobierno
Los diputados del grupo parlamentario del PSC se reúnen este jueves, liderados por el primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro, para explicitar el rechazo a un posible acuerdo de gobernabilidad con CiU.
Los socialistas no quieren saber nada, por ahora, de Artur Mas, porque consideran que han sido duramente castigados e ignorados en los dos años de mandato de CiU. La lista de agravios es grande, y también la distancia que les separa.
Hablarán con los negociadores de la federación nacionalista cuando llegue la hora, pero, por el momento, no ven posible un pacto con el president Mas, aunque es la salida que los círculos económicos y financieros desearían para tratar de reorientar la situación económica.
Contra sí mismo
El PSC, en realidad, lucha ahora contra sí mismo, contra nuevos problemas totalmente inesperados, como la investigación sobre una supuesta trama de corrupción que tiene como epicentro el ayuntamiento de Sabadell.
Pero lo que ha supuesto una desorientación total, y que ha provocado una enorme irritación en la dirección del PSC es la extraña imputación de su número dos, el secretario de organización del partido, Daniel Fernández.
Los socialistas buscan un culpable que pueda explicar por qué dos Mossos d’Esquadra entraron en la sede del PSC, en la calle Nicaragua de Barcelona, para indicarle a Daniel Fernández que llamara a un superior, que le señalaría su condición judicial.
Todo ello, justo cuando Fernández estaba a punto de comparecer ante los medios de comunicación para dar cuenta, justamente, del caso de presunta corrupción que afecta supuestamente al alcalde de Sabadell, Manuel Bustos.
Condición de aforado
Daniel Fernández tiene la condición de aforado, como diputado en el Congreso. Una responsabilidad que dejará para ser también aforado en calidad de diputado en el Parlament, porque se presentó en las listas del PSC en las elecciones de este domingo.
“El juez debe hablar antes con el Tribunal Supremo”, aseguran fuentes del PSC, que no entienden el trato que se está dando a Fernández.
Una cuestión política
¿Es una actuación que pudiera tener una connotación política? Los socialistas no quieren ni hablar de ello, pero quieren que se esclarezca de inmediato la situación de su número dos, que habría sido ‘imputado’ –no lo puede ser por su condición de aforado– por un asunto colateral a la trama de Sabadell.
A Fernández se le ‘imputa’ por una conversación telefónica con la alcaldesa de Montcada i Reixac, María Elena Pérez, sobre una oferta laboral a una tercera persona.
¿Acuerdos con CiU, con todo ese asunto judicial sobre la mesa? De momento, “ni hablar”.
Fuerza política marginal
La ejecutiva del PSC de este lunes se mostró mayoritariamente contraria a un acercamiento con CiU, aunque, en una situación extrema, se apostó por acuerdos en “grandes cuestiones de país”. Los socialistas entienden que durante la campaña electoral, y justo después de la manifestación de la Diada, los dirigentes de CiU han tratado de ignorar al PSC, con el objetivo de que quedara como una fuerza política marginal.
Tras las elecciones, que obligaban a una gran polarización con el asunto del referéndum de autodeterminación, “casi consiguen el objetivo”, aseguran dirigentes socialistas.
Pero, mientras todo eso sucede en la calle Nicaragua, en el Palau de la Generalitat ya se está cocinando un posible acuerdo con Esquerra Republicana.
Almuerzo en el Palau
El candidato de CiU, Artur Mas, y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, almorzaron juntos en el Palau y establecieron un guión para un posible entendimiento.
Junqueras, que no quiere repetir el pasado más reciente de ERC, le comunicó a Mas que los republicanos no formarán parte del próximo Govern de la Generalitat.
Se comprometen, eso así, a garantizar la investidura de Mas en el Parlament, y a aprobar los próximos presupuestos de 2013. También fijan algún compromiso sobre la acción exterior de la Generalitat y el calendario del referéndum de independencia.
Una tragedia, pero es lo que hay
Para CiU es una tragedia, porque el objetivo es lograr un Ejecutivo sólido, que no tema lo que pueda pasar cada semana en el Parlament. Pero la federación nacionalista ha perdido 12 diputados, no está en condiciones de imponer muchas cosas, y necesita seguir adelante.
Fuentes de la federación nacionalista entienden que Mas deberá aceptar lo que se pueda ir consiguiendo. No queda otra.
Escena final
Sí queda, sin embargo, una salida: rehacer los puentes con el PSC y de forma rápida.
¿Cómo? Según la dirección socialista, la ‘sociovergència’ que tanto pide el mundo empresarial, y algunos sectores de CiU, principalmente de Unió, sería posible si Mas “realmente la quiere y hace un gran esfuerzo por ello, con un giro importante en su política social y dejando de lado su proyecto soberanista para apostar por un encaje de Catalunya en España a través de un cambio en la Constitucion”.
¿Y si no hay reacción por parte de nadie? ¿Ingobernabilidad y nuevas elecciones?