El PP diseña una estrategia para frenar los pies a Aguado
Dirigentes del PP temen una moción de censura de Cs, pero creen que podría ahuyentarse con un acuerdo de candidaturas conjuntas para las próximas elecciones
El gobierno de la Comunidad de Madrid pende de un hilo, pero no de un hilo cualquiera, sino de nylon, un material resistente y antillamas. Por momentos, parece que el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado (Ciudadanos), pretende cortar el cable con motosierra para despojar a Isabel Díaz Ayuso (PP) de la presidencia mediante una moción de censura promovida de la mano del PSOE. Pero en el PP también contemplan que todo sea más sencillo, que baste con llegar a un acuerdo sobre el futuro personal y político de Aguado para poner fin a sus conspiraciones y así estabilizar el gobierno autonómico.
Dirigentes del PP consultados por Economía Digital están convencidos de que Aguado ha explorado, en efecto, la posibilidad de una moción de censura para descabalgar a Ayuso, lo cual ha obligado a la presidenta de la Comunidad a plantearse la idea de anticipar elecciones para no perder la iniciativa. Sin embargo, el adelanto electoral no es su prioridad, por mucho que las encuestas sean favorables para los populares, aseguran en el PP.
«Por supuesto que la presidenta ha tenido sobre la mesa el adelanto electoral. Estamos hablando de un gobierno difícil de sobrellevar porque hay perfiles muy complicados, que no pestañean con las deslealtades. Aguado es el ejemplo más claro con las reuniones que ha promovido por su cuenta con la izquierda. Pero también es un problema (Alberto) Reyero», analizan en el PP en alusión al consejero de Políticas Sociales —»muy pro PSOE»—, que esta semana ha cargado contra la consejería de Sanidad (en manos del PP) por rechazar el ingreso de ancianos en el peor momento de la pandemia y que ha avalado una comisión de investigación sobre las residencias de la tercera edad. «Perfiles así lo complican todo enormemente», admiten.
El entorno de Ayuso considera que estas maniobras de Aguado y Reyero responden a dos explicaciones: la primera, es que Ciudadanos «es un partido en descomposición e intentan sobrevivir como sea»; la segunda, es que hay dirigentes como Aguado, que actúan «por libre» y que buscan una tabla de salvación para prolongar su carrera política. «Si es así, el PP podría hablar con Aguado sobre un acuerdo de candidaturas de cara a las próximas elecciones», afirman una voz del PP en alusión a una hipotética candidatura Madrid Suma que ponga fin a las deslealtades del vicepresidente.
La influencia de Sánchez y Arrimadas
Pero hay otra variable en el tablero madrileño y es la incipiente colaboración entre Pedro Sánchez e Inés Arrimadas, que suscita recelos en el PP.
«No sabemos, pero intuimos. Ciudadanos fue muy beligerante con nosotros en la última legislatura autonómica, nos tienen ganas porque pensaban que nos iban a arrasar. No sería una sorpresa que Arrimadas haya hablado con Sánchez sobre la posibilidad de que Cs ofrezca sus 10 escaños al Gobierno para aprobar en el Congreso un paquete de medidas relacionadas con la crisis económica a cambio de los votos del PSOE en una moción de censura en la Comunidad. Yo no tengo la confirmación, pero me temo que de eso se puede haber hablado, sí», explica una fuente consultada en el PP.
Una moción de censura en septiembre
¿Cuándo sería la moción de censura? «Es especular, pero tendría sentido en el mes de septiembre, que habrá una fotografía más exacta del impacto de la crisis económica. Dependerá, entre otras cosas, de si el sector turístico y si el sector servicios han logrado remontar algo el vuelo. De si los recursos de la UE llegan, de las cifras de paro. De todo un poco. Si el gobierno de Sánchez tiene que tomar medidas drásticas, va a querer el apoyo de Cs, no tanto por la necesidad aritmética sino por el voto cualitativo y por poder decir que nosotros no arrimamos el hombro», analiza un dirigente del PP.
Al fin y al cabo, al actual líder del PSOE en la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, se le considera amortizado y en retirada, y su nombre ya suena como futuro Defensor del Pueblo y no como candidato a las próximas autonómicas.
Las elecciones madrileñas del 26-M dejaron la Asamblea con la siguiente composición: PSOE (37 escaños), PP (30), Ciudadanos (26), Más Madrid (20), Vox (12) y Podemos (7). Esto significa que el bloque de las izquierdas sumó 64 escaños, tres menos de los necesarios para la mayoría absoluta (67). PP y Cs suman 56 y necesitan el apoyo de los 12 representantes de Vox para salvar las votaciones. PSOE y Cs totalizan 63 diputados, pero con el presumible apoyo de Más Madrid superarían de forma holgada la cifra mágica de 67. «Todo está abierto, eso es así», concluyen en la Asamblea.