El PP cuestiona la estrategia de Sánchez: “¿Qué hace el AVE abierto?»
Las dudas sobre si los planes del Gobierno contra el coronavirus son efectivos, por los tiempos y la intensidad de las medidas, llegan a la oposición
La oposición ha apoyado al Gobierno desde el principio en la crisis del coronavirus. El Congreso dio el visto bueno a las medidas para parar la epidemia de Covid-19 y al plan de choque de 200.000 millones de euros. Pero algunos barones del PP ya no se muerden la lengua y estallan contra unas medidas que consideran tardías e insuficientes.
Pablo Casado mantiene un papel institucional en la crisis sanitaria, social y económica del coronavirus; no es momento de pimpampum político. Pero cada vez más voces dentro de su partido han abandonado esa línea, especialmente los presidentes de comunidades autónomas que sufren el descontrol en el reparto del material sanitario en sus territorios.
La más activa ha sido Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, el principal foco de coronavirus en España con más de la mitad de las muertes. La dirigente popular se ha quejado públicamente de la falta de material y medios para contener el foco. Tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid llevan semanas pidiendo más restricciones a Pedro Sánchez y están habilitando hoteles como hospitales para atender a la gran cantidad de enfermos que llegan a sus centros sanitarios.
Dirigentes del PP piden más restricciones y control en el confinamiento y se lamentan de la reacción tardía de España
Pero las quejas no se limitan a Madrid. Este viernes, el Pablo Casado se reunió por videoconferencia con los presidente autonómicos del PP y las voces de crítica a Sánchez y su gestión de la crisis ya no fueron la excepción. Según explica El Mundo, los dirigentes populares se preguntaron abiertamente por qué no se toman medidas más restrictivas.
“¿Qué hace el AVE abierto?” y “¿por qué hay misas, fisioterapia, tintorería? ¡¿pero qué hace todo eso abierto?!” fueron dos de las preguntas que se hicieron Díaz Ayuso, Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Juanma Moreno (Andalucía), Fernando López Miras (Murcia) y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), el primero que pidió el estado de alarma antes de que se decretase.
“Va a haber un coste creciente en contagios y en vidas, así que hay que incrementar los controles y las multas, y hay que aumentar las restricciones al máximo. ¡La gente no puede seguir yéndose alegremente a la segunda residencia o a la playa!”, dijo otro de los políticos del PP.
Lo que están pidiendo es que se pare todavía más el país, los transportes, y se limiten casi totalmente los movimientos por carretera. Imágenes como las vistas en la salida de Valencia, con una cola de coches para abandonar la ciudad este viernes, muestran como todavía hay una parte de la población que no se toma muy en serio el confinamiento.
Las CCAA adelantan al Gobierno
Cataluña ha tomado su propia vida, obligando a usar, a partir del lunes, un salvoconducto, y esto es algo que le ha pasado en varias ocasiones al Ejecutivo de Sánchez: gobiernos regionales se le adelantan en las medidas de control y prevención. Por eso en el PP creen que Sánchez actuó tarde y, de hecho, los presidentes castellano y murciano pidieron el estado de alarma antes de que se decretara, mientras que Ayuso se adelantó con el cierre de los colegios.
Casado tiene ahora que hacer equilibrios entre el papel institucional que ha elegido y aplacar las quejas de sus barones. Este viernes, el presidente del PP reiteró su apoyo a las medidas del Gobierno de Sánchez pero pidió más material sanitario, más test y que se actúe con mayor velocidad. España ha realizado unos 30.000 test, cifra que, comparada con países como Alemania, con menos positivos y muchas menos muertes, es alarmante.