El Pdecat romperá con JxCat en el Congreso
Jordi Sànchez, mano derecha de Puigdemont, impone sus tesis y logra que Torra destituya a la consellera del Pdecat. Las elecciones en Cataluña se retrasan
El lunes, «aliviados». El jueves, «descolocados». Los dos bruscos movimientos de Carles Puigdemont y Quim Torra para romper amarras con el Pdecat —el primero rompió el carnet del partido y el segundo destituyó ayer, jueves, a la única consellera pedecatera del Govern— han modificado el escenario político. Más incluso de lo que preveían los guionistas de la ruptura. Tanto se han acelerado las cosas, que el Pdecat ya se prepara para deshacerse de la compañía de Junts per Catalunya en el Congreso, según explican fuentes del partido de Artur Mas.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, sorprendió a todos este jueves por la mañana al anunciar el cese de la consellera de Empresa, Àngels Chacón, la única miembro del Govern con carnet del Pdecat, y también el de otros dos consellers de JxCat (el de Interior y la de Cultura). «Habíamos acordado la ruptura hace apenas unos días y no incluía el cese de Chacón», explicaron con desconcierto en el Pdecat, atónitos ante una maniobra que interpretaron en exclusiva como «una purga política».
¿A quién debe atribuirse una purga que muy pocos conocían? ¿A Torra únicamente? Según las fuentes consultadas, un hombre de Junts per Catalunya ha sido el gran instigador: el secretario general de Junts, es decir, el encarcelado Jordi Sànchez, uno de los hombres de mayor confianza de Puigdemont. De hecho, varios círculos de JxCat como, por ejemplo, los de los políticos presos de JxCat, Jordi Turull y Josep Rull, se vieron sorprendidos por el cese de Chacón, puesto que no se había acordado previamente. La tesis de Jordi Sànchez es que el Pdecat no suma al proyecto independentista de Puigdemont y que únicamente es un obstáculo. Y que, por tanto, sobra.
Reunión inminente de los diputados del Pdecat
Pese a la inopinada destitución de Chacón, los dirigentes del Pdecat trataron de mantener el tipo. El presidente del partido, David Bonvehí, no avanzó medidas aunque reunirá en breve a los diputados del Pdecat del Parlament de Cataluña y del Congreso de los Diputados con el propósito de analizar los movimientos. Fuentes del partido dan por seguro que la ruptura con JxCat, al menos en el Congreso. Será inminente.
Los intentos de la portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso, Laura Borràs, por mantener la unidad del grupo de forma artificial no servirán de nada porque los diputados del Pdecat, encabezados por Ferran Bel, están decididos a jugar sus cartas en el hemiciclo con el PSOE de forma diferente. Saben que a los socialistas no les sobran los apoyos, entre otras cosas para sacar adelante los presupuestos, y quieren explorar esta posibilidad. «A las dos partes nos conviene», analizan en el Pdecat respecto a la posibilidad de un entendimiento con el PSOE.
Fuentes soberanistas aseguran que Torra quería que hacer hueco a Borràs en el Govern como titular de Cultura y que optó por no hacerlo para no ceder peso político a Bel en el Congreso. Descartada la opción de Borràs, el presidente de la Generalitat optó por purgar a la consellera Chacón del Pdecat así como a los titulares de Interior, Miquel Buch, y de Cultura, Mariàngela Vilallonga.
Chacón acelera su candidatura a la Generalitat
Chacón se enteró por los medios de su destitución y solo al cabo de unos minutos recibió una incómoda llamada de Torra. Apenas unas horas después, el antiguo eurodiputado Ramon Tremosa ya había tomado su puesto. Su cese, según fuentes del Pdecat, no hace nada más que acelerar la preparación de su candidatura para lanzarse a la carrera de las elecciones al Parlament.
El pretexto del presidente de la Generalitat para haber cesado a tres de sus consellers es que quiere fortalecer el Ejecutivo de cara a la posible inhabilitación por parte del Supremo (que se activará, con casi toda seguridad, a mediados de este mes).
Y la consecuencia es que, después de relevar a tres consellers, las elecciones en Cataluña van camino de alargarse y de situarse en el primer trimestre de 2021.
Decididos los tres ceses, Torra telefoneó al vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), para ofrecerle también ceses a la carta entre los consellers de Esquerra. La propuesta contrarió a Aragonès que no esperaba algo semejante. Torra lo debió de ver de otra manera; quería invitar a una ronda de ceses a su socio pero acabó echando unos tragos solo.