El Pdecat mantiene a raya la Crida de Puigdemont
La dirección del Pdecat, dividida respecto a cómo unirse a la Crida, aleja la posibilidad de diluirse en las filas del nuevo partido
El Pdecat sigue sin saber qué hacer con la Crida Nacional per la República. Si el movimiento que impulsa Carles Puigdemont inició el sábado su proceso fundacional sin aclarar si finalmente operará o no como un partido más y posponiendo hasta el 19 de enero su congreso, la formación posconvergente también ha resuelto seguir posponiendo la espinosa decisión sobre cómo se integrará en la Crida.
Este lunes, tras el primer consejo ejecutivo del partido tras el baño de masas puigdemontista del sábado en Manresa, al presidente del Pdecat, David Bonvehí, no le quedó más remedio que admitir lo ya evidente: que no se ponen de acuerdo sobre la relación a mantener con la Crida.
Bonvehí trató, sin demasiada fortuna, de quitar hierro a las discrepancias internas, y apenas acertó a aseverar que el punto en el que todos están de acuerdo es que que «hay que encontrar el encaje». «Tendría que pasar algo muy gordo para no entendernos con la Crida, no me veo yendo a unas elecciones compitiendo con ellos», zanjó.
Otra patada hacia adelante del Pdecat
Pero, más allá de esa declaración de intenciones, lo único que la dirección ha pactado es la enésima patada hacia adelante. El bucle de la indefinición en el que está instalado el partido se ejemplifica a las claras con el tema de la doble militancia. Los estatutos del Pdecat no la permiten, pero los impulsores de la Crida dejaron claro el sábado que, por ellos, no habrá problema para que puedan formar parte de ella los militantes de cualquier partido. Lo que traslada la patata caliente al Pdecat.
¿Y qué hará el partido heredero de Convergència? Pues, según su presidente, también está por ver, porque depende de lo que acabe siendo la Crida: una cosa es que acabe erigiéndose en movimiento sin vocación electoral, y otra, que finalmente se constituya como un partido a todos los efectos. En el primero de los casos, no habría problema. Pero, en el segundo, tocaría reformar los estatutos del Pdecat. «Hasta que no se sepa qué es la Crida no tiene sentido entrar en este tema», remarcó Bonvehí en modo frontón.
Comisión delegada sin calendario
En todo caso, la formación ha designado una comisión delegada cuyo cometido será presentar una propuesta de encaje con el movimiento puigdemontista que después deberá ser votada por la asamblea general del partido. Y esa propuesta también deberá abordar qué hacer con el asunto de la doble militancia, si finalmente es necesario hacerlo.
La comisión la integran el mismo Bonvehí, la vicepresidenta Míriam Nogueras, y los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Quim Forn y Lluís Puig, los tres primeros, presos en la cárcel de Lledoners, y el cuarto, instalado en Bélgica. Y se supone que las conversaciones empiezan este mismo lunes, con una visita de Bonvehí y Nogueras al centro penitenciario de Sant Joan de Vilatorrada.
Lo que no hay para esa propuesta es calendario. Y, por supuesto, tampoco tiene fecha la asamblea que debería ratificarla o rechazarla. Bonvehí dijo que le gustaría que se celebrara antes del congreso constituyente de la Crida del 19 de enero, pero que eso también dependerá si el ente puigdemontista revela o no antes de esa fecha cual acabará siendo su naturaleza.
Bonvehí no se moja
Mientras va posponiendo la decisión, Bonvehí trata de mantener la cohesión del partido y, a diferencia de su número dos, evita posicionarse, al menos en público. Si Nogueras ha explicitado de forma vehemente su apoyo a la Crida y el sábado asistió a la cita manresana, el presidente nada y guarda la ropa.
Por un lado, dice celebrar su fundación en tanto que «elemento transversal y aglutinador» del independentismo, pero por otro justifica no haberse hecho miembro fundador «por respeto al partido» y porque «es la manera de mantener unido el partido en esta cuestiòn». «Me gustaría que primero quedara definido el encaje», insiste.
La misma indefinición vale para la lista por Barcelona de cara a las municipales de 2019
La misma indefinición vale para la lista por Barcelona de cara a las municipales de 2019, que sigue sin concretarse si acabará siendo encabezada por Neus Munté, la candidata de la formación posconvergente surgida de unas primarias, o la apuesta de Puigdemont, Ferran Mascarell.
«Nos gustaría que ella fuera la candidata», insistió, a la vez que reiteraba la «total predisposición» del Pdecat a ser «generosos al máximo» en la confección de la candidatura y que volvía a poner sobre la mesa el nombre de Forn, que hace un mes ya se anunció que trabajaría en la formación de una lista única junto con Mascarell, Munté y el expresidente de la ANC Jordi Sànchez, uno de los tres líderes de la Crida junto a Puigdemont y el president Quim Torra.