El Pdecat culpa a los hooligans de Puigdemont de la ruptura con ERC
El Pdecat inicia una ofensiva a nivel interno contra el equipo de confianza de Puigdemont en el Parlament y en la Generalitat
Quim Torra descuenta sus días en el Palau de la Generalitat. La mayoría que sustenta al presidente catalán ya no es tal y voces del Pdecat tienen muy claro quién —quiénes— son los responsables de la descomposición del independentismo: Carles Puigdemont y sus «hooligans» (así les llaman).
Tal es el malestar que ha generado en el Pdecat la actuación del círculo de confianza de Puigdemont que este viernes, 12 de octubre, se celebrará una reunión extraordinaria de su ejecutiva. «Hay nervios», admiten fuentes del Pdecat. El partido neoconvergente quiere analizar a fondo la estrategia trazada por el líder huido y el momento actual que atraviesa el soberanismo.
Pero al margen de las grandes cuestiones de fondo, voces del Pdecat quieren poner sobre la mesa la actuación de tres dirigentes concretos. Los tres comparten una circunstancia: no tienen carnet del partido y son el brazo ejecutor de Puigdemont a diversos niveles. Son Elsa Artadi, Josep Costa y Eduard Pujol.
Los hooligans de Puigdemont
Artadi, portavoz de la Generalitat, es discutida por su «equidistancia». La joven dirigente intenta complacer a todos: al establishment catalán, al independentismo en su conjunto e incluso al Gobierno cuando conviene. La conclusión, según fuentes consultadas, es que «no quiere quemarse» y, por tanto, es incapaz de trazar un rumbo claro a nivel comunicativo.
Costa, vicepresidente del Parlament, es cuestionado por razones muy distintas. Todos los partidos —todos— lo tienen por un «exaltado». El vicepresidente del Parlament no ha temblado a la hora de intentar forzar la desobediencia en el Parlament. Siempre se ha estrellado contra el presidente del Parlament, Roger Torrent, pero continuamente lo coloca en aprietos. El Pdecat se pregunta desde hace meses qué reditos está dando su figura.
Y Pujol, portavoz parlamentario de Junts per Catalunya, es discutido por su inexperiencia. Los partidos suelen reservar la figura de portavoz a un dirigente con tablas en el Parlament. No es el caso del antiguo director de Rac1. «Nos meten goles continuamente», lamentan en el Pdecat.
La Crida de Puigdemont
Pero el malestar trasciende a Puigdemont y a sus hooligans. El Pdecat tampoco ve con buenos ojos las presiones que Puigdemont está realizando para conseguir dinero y afiliados del partido para la Crida Nacional per la República. Numerosos cuadros del Pdecat no quieren saber nada de la Crida.
La ofensiva a nivel interno contra Puigdemont se abre paso, pero de momento nadie se atreve a levantar la voz en público en el partido. Sólo el portavoz del Pdecat en el Congreso, Carles Campuzano, se ha atrevido a hacer público su enfado tras verse desautorizado por Míriam Nogueras.
De hecho, tan siquiera ERC se atreve a criticar de forma pública al líder huido. Jordi Coronas, portavoz de ERC en el Ayuntamiento, es una de las contadas excepciones:
A veure @KRLS o acceptes la formula que permet que el teu vot sigui efectiu o torna per fer-ho personalment. Deixa de demanar als altres el que tu no estàs disposat a fer
— Jordi Coronas (@jordicoronas) 9 de octubre de 2018