Theresa May, contra las cuerdas por el brexit

El Gobierno de Reino Unido recibe una dura estocada en plena cuenta atrás para el brexit. El parlamento acaba de declarar al Ejecutivo en desacato por primera vez en la historia, para a continuación aprobar una enmienda que dejaría a Theresa May sin poder de decisión sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Este último punto, que se se ejecutaría en el caso de que May no logre aprobar el acuerdo para la salida que cerró con la UE hace dos semanas, es una muestra de desaprobación a la forma en que se realizaron las negociaciones entre el Gobierno y la UE. 

Los efectos no serían inmediatos, pero la situación deha a Theresa May muy tocada

Los efectos no serían inmediatos, pero la situación empuja a May a un camino que solo tiene dos salidas: la dimisión o la irrelevancia en el tema trascendental del país. 

May, más débil que nunca

El Ejecutivo británico recibe así una alerta clara de la minoría parlamentaria en la que se encuentra. La ruptura con los unionistas norirlandeses, quienes sostenían a May con el acuerdo de legislatura, ha dejado muy debilitado a los conservadores. 

Hace una semana empezó a verse esta fragilidad. El Parlamento ordenó al Gobierno hacer públicos los análisis legales que había recibido sobre el acuerdo con la UE, pero May optó por esconderse detrás del fiscal general, Geoffrey Cox, quien se limitó a responder preguntas de los diputados.

Esto enfadó todavía más a los diputados, que presentaron una nueva moción para declarar en desacato a Cox y, por tanto, al Gobierno. El intento de May por detenerla y enviar el asunto a un comité parlamentario fue rechazado y minutos después la moción final fue aprobada.

Ahora, May se encuentra ante un escenario sin precedentes históricos. El Ejecutivo británico está en una situación de debilidad máxima y ello le obliga a publicar los documentos que había intentado esconder.