Pedro Sánchez concluirá este viernes un viaje a Cuba que tiene mucho de simbólico, tras 32 años sin visitas de un presidente española a la isla y con el marco de la apertura del país, pero poca utilidad para la gran empresa. Las grandes compañías, como las que conforman el IBEX, han dejado solo al presidente. La conclusión es clara y así lo manifiestan fuera de micro: no ven en Sánchez un activo a largo plazo. O, lo que es lo mismo, ven cercano el fin de la legislatura.
El presidente del Gobierno viajó a Cuba con una representación de unas 25 empresas. No obstante, no había prácticamente ningún primera espada de una gran compañía. De hecho, solo un presidente de IBEX se subió al avión presidencial… y fue Maurici Lucena, presidente de la pública AENA, exportavoz socialista en el Parlament de Catalunya y nombrado por el Gobierno.
Solo un presidente del IBEX acompaña a Pedro Sánchez a Cuba, y fue el de AENA, nombrado por el Gobierno
Al margen de Lucena, solo una gran empresa acudió con su presidente: Globalia (Air Europa), con Juan José Hidalgo. Eso sí, no perdieron la oportunidad el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y el recientemente elegido presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que no perdió la oportunidad de estrenar cargo al lado de Sánchez.
La comitiva empresarial del presidente español tenía poca representación más de gran empresa. Telefónica e IAG (Iberia) enviaron un representante pero ni sus presidentes ni sus consejeros delegados aprovecharon la ocasión de sentarse al lado de la segunda autoridad del país en su avión en un vuelo de más de diez horas.
Otras empresas, como Banc Sabadell y la hotelera Barceló, ni siquiera sentaron a nadie en el Airbus A310 de las fuerzas aéreas españolas. No rechazaron del todo la invitación sino que enviaron a algún acto en Cuba a sus delegados en el país. Fueron, como se dice vulgarmente, a hacerse la foto para no hacer un feo al presidente.
El IBEX ve poco futuro a Pedro Sánchez
Fuentes de algunas de estas grandes empresas explicaron a Economía Digital, de forma anónima, que no creyeron necesario movilizar a sus consejeros delegados, y todavía menos presidentes, para el viaje a Cuba. En primer lugar, porque lo ven como un movimiento más político que empresarial; y en segundo lugar, porque ellos ya están presente desde el inicio de la apertura y no necesitan la misión de Sánchez.
En el trasfondo de la decisión de las empresas también está la sensación, entre las élites del IBEX, de que Pedro Sánchez va a durar poco en La Moncloa. Por ello, quieren evitar la foto con él, mientras esperan la llegada de otras opciones que no gobiernen de la mano de Podemos. Así se entiende que desaprovecharan la ocasión de tener una charla con él en el avión. ¿Qué mejor Palco del Bernabéu que un vuelo de 10 horas?
Mientras la gran empresa plantó al presidente del Gobierno, otras sí intentaron aprovechar la ocasión para verse con Sánchez y poner el pie en Cuba para hacer negocios, aunque fuera en 24 horas. La comitiva la completaban empresas como Iberostar, Mondragón, Uría y Menéndez, Gómez-Acebo & Pombo, Mercasa, grupo RESA, Naviera Elcano y Llorente y Cuenca.
En lo político, Pedro Sánchez se vio con el viceministro de Relaciones Exteriores y con el presidente, Miguel Díaz-Canel, que le dedicó media hora. Ambos pactaron establecer un canal de comunicación con un “diálogo sobre derechos humanos”. Fue lo máximo que logró Sánchez para maquillar su visita a Cuba sin reunirse con la disidencia.