El Govern se instalará en edificios de barrios periféricos
El Ejecutivo catalán ha ahorrado entre 2011 y 2013 con sus nuevas ubicaciones hasta 29,9 millones de euros
Las decisiones urbanísticas del Govern de la Generalitat han resultado ser un fiasco, producto del signo de los tiempos. En eso, el Ejecutivo catalán no se diferenció de las políticas adoptadas por empresas y familias en los últimos años. El tripartito compró caro edificios para que fueran sedes de organismos de la Generalitat. Lo hizo con la idea de que la Generalitat aumentara patrimonio en el futuro. En cambio, obligado por las circunstancias, el Govern de CiU hizo lo contrario. Se fue de alquiler y vendió barato.
Ahora, el Govern quiere seguir en esa dirección, aprovechando los mejores precios del alquiler en barrios que no estén en el centro de Barcelona.
El conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, ha presentado este jueves el plan de racionalización y optimización de espacios de la Generalitat, con la previsión de vender edificios de propiedad en el centro de la ciudad, o dejar los que ya tiene arrendados para reubicarse en inmuebles en zonas con alquileres más baratos.
El traslado de Benestar Social
Para ello, el Govern convocará un concurso público para seleccionar los edificios que ofrezcan las mejores condiciones. La Generalitat tiene sus oficinas repartidas en 125 ubicaciones en Barcelona. Las más “emblemáticas” no se tocarán, aunque no se ha concretado cuáles. Tampoco se ha querido concretar la cifra económica que se pretende ahorrar, porque el Govern no desea, después, incumplir previsiones o compromisos. Pero, por ahora, esa política, entre 2011 y 2013, le ha permitido ahorrar hasta 22,9 millones de euros.
La decisión más importante para conseguir ese ahorro fue el traslado de la sede de Benestar Social i Família, que tenía un alquiler muy alto en la Plaza de la Vila. En todo caso, se desea que esa cifra se supere ampliamente.
La idea, según el director general de Patrimonio, Salvador Estapé, es que con la concentración en nuevas áreas de Barcelona, se podría reducir un 45% la superficie de oficinas actual, con lo que se pasaría de 377.000 a 207.000 metros cuadrados. Con ello se ahorraría un 20% en alquileres, y disminuiría un 50% los costes asociados a los edificios, como servicios o suministros.
Todo en Barcelona ciudad
De hecho en esa política el Govern basa en buena parte el presupuesto de 2014, donde figuran 2.300 millones, en el capítulo de ingresos, que deberían llegar por al venta de patrimonio. Pero, en el caso de que no se pueda vender algunos de esos edificios públicos, el plan de racionalización se mantendrá, lo que supone reducir el 23% de la superficie actual, hasta 290.000 metros cuadrados.
Porque la pregunta que surge, con todo este plan, es dónde se ubican la mayoría de inmuebles de la Generalitat. Y los números son muy elocuentes. Los servicios administrativos de la administración catalana ocupan 534.000 metros cuadrados en Catalunya, de los cuales el 71% está en Barcelona, y la mayoría en el centro de la ciudad.
13 euros por metro cuadrado
Con la actual situación financiación de la Generalitat, cada euro ahorrado es importante. En Barcelona, el 40% del espacio ocupado está en edificios de alquiler. La Generalitat paga una renta media de 13 euros por metro cuadrado al mes, lo que supone 30,4 millones de euros anuales. Esa cifra se considera que “tiene margen de mejora”, según Estapé, siempre que la administración catalana se instale en barrios alejados del centro.
En total, en las 125 instalaciones de la Generalitat en Barcelona, trabajan 17.000 personas. El conseller Mas-Colell ha asegurado que ese proceso de racionalización se hará “con una consideración máxima” con los trabajadores públicos.