El Gobierno y Podemos negocian cómo subir impuestos a las grandes empresas
Podemos da a conocer las condiciones para apoyar la senda del déficit y el Ejecutivo de Pedro Sánchez admite las conversaciones
Pedro Sánchez ya conoce las exigencias de Podemos para apoyar la senda del déficit. Y parece estar dispuesto a asumirlas. La formación liderada por Pablo Iglesias pidió subir los impuestos a las grandes empresas y las rentas más altas y el Ejecutivo socialista le contestó: «Hay margen».
El socio del PSOE entregó al Gobierno una batería de propuestas recogidas en el documento Dejar atrás la austeridad, entre las que destacan los nuevos impuestos y la negociación del objetivo de déficit.
Entre otras medidas, Podemos plantea un tributo específico para la banca, un tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15% –ambas ya anunciadas por el Gobierno–, un impuesto solidario para las grandes fortunas, la eliminación de las sicav, las deducciones fiscales en los planes de pensiones privados y subir el IRPF en los tramos más altos.
Desde el PSOE responden: «Hay margen para elevar la aportación de las grandes corporaciones»
«Hay que fijar un suelo de ingresos en lugar de un techo de gastos», señala el texto. «Y por ello tenemos una serie de medidas de ingreso para que los que más tienen contribuyan con una mayor generosidad al sostenimiento de los servicios públicos», añade.
El PSOE recogió el guante y, según El País, de forma positiva.
Desde Hacienda aseguran que existe margen «para elevar la aportación tributaria de las grandes corporaciones y de sectores que hoy se escapan del radar del fisco». Por ello, abogan por «una fiscalidad del siglo XXI que haga frente a los retos de la globalización y proteja el medio ambiente».
Eso sí, la subida no será generalizada: «Se puede elevar la recaudación sin afectar a la clase media».
El Gobierno se planta con el objetivo del déficit
Pero si la sintonía tributaria es evidente, la relación parece más distante en la renegociación del objetivo del déficit. Podemos pide situarlo por encima del 1,8% del PIB acordado con Bruselas.
Sin embargo, la ministra de hacienda, María Jesús Montero, descartó esta opción al considerar que no puede superar el límite fijado por Europa.
Además, fuentes del ministerio, contestan que «renunciar a la estabilidad presupuestaria pondría en riesgo el Estado de bienestar», un claro dardo a la formación de Iglesias.
Sin embargo, las conversaciones con Podemos serán sólo el comienzo de un pacto que se antoja complejo. El Gobierno también necesita el «sí» del PNV, ERC y Pdecat para sacar adelante las cuentas.
El pasado julio, la formación morada se abstuvo de la mano de los independentistas catalanes en el pleno que debió validar la senda del déficit, que se saldó sólo con el apoyo de PSOE y los nacionalistas vascos. La propuesta no salió adelante después de que PP y Ciudadanos votaran en contra.