El Gobierno ultima el hachazo al diésel: subida del 31% en enero
Pedro Sánchez quiere equiparar el impuesto del diésel, ahora de 30,7 centimos por litro, al de la gasolina, de 40,25, y recaudar así 2.140 millones más
El Gobierno de Pedro Sánchez planea comenzar a aplicar el año que viene una subida escalonada del impuesto que grava el diésel que una vez completada supondrá un incremento del 31%. El ejecutivo trabaja en un borrador sobre la nueva fiscalidad de este tipo de combustible que prevé aprovar junto con los Presupuestos Generales del Estado para 2019 y aplicar a partir de enero.
En el marco de las políticas de la llamada «transición ecológica» para reducir los niveles de CO2, el Gobierno baraja equiparar el impuesto del gasóleo, que actualmente se sitúa en 30,7 céntimos el litro, con el de la gasolina, que es de 40,25 céntimos el litro, lo que le permitiría llegar a obtener una recaudación adicional por este combustible en más de 2.140 millones de euros al año, según las cuentas que maneja el propio ejecutivo.
Equiparación de diésel y gasolina
Así lo ha revelado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en una entrevista en Europa Press en la que explica la subida como «una mera equiparación en el componente energético».
Maroto admite que todavía falta desarrollar la letra pequeña, y que la subida será gradual, de manera que el primer año, el incremento recaudatorio sería de unos 500 millones, lo que se traduciría en una subida en esta primera fase, la de 2019, de entre dos y tres céntimos por litro.
El ejecutivo, que necesita el apoyo de Podemos y los independentistas para tirar adelante los presupuestos, insiste en la clave medioambiental y la función disuasoria de la medida.
«Tenemos el reto importante de luchar contra el cambio climático», justifica Maroto
«Tenemos el reto importante de luchar contra el cambio climático, que es, para nosotros, importantísimo y un proyecto de país. No dudamos que lo tenemos que hacer, pero también manteniendo la competitividad de sectores estratégicos, como es el de la automoción, con una industria que es intensiva en consumo energético y hay que ver cómo acompañar a estos sectores para que hagan esta transición», dice Maroto en la entrevista.
Antes, la senda de gasto
Antes de aprobar las cuentas, el ejecutivo debería sacar adelante la nueva senda que flexibiliza el déficit y eleva el techo del gasto, que ya fue rechazada por el Congreso y que el presidente Sánchez ha anunciado que volverá a llevar a las Cortes en septiembre, donde tras su paso por la Cámara Baja debería ser ratificada por el Senado, donde el PP tiene mayoría y puede bloquearla.
Así, Maroto admite que, pese a que el gobierno tiene de plazo hasta el 30 de septiembre para presentar una propuesta presupuestaria, según fija la Ley de Estabilidad Prespuestaria, la presentación «se retrasará un poco, no mucho».