El Gobierno hace oídos sordos al FMI: no ahondará en las reformas
El organismo internacional reclamó a España que subiera el IVA, abaratara el despido y ampliara el copago sanitario y de educación
No rotundo. Sea una consecuencia del clima electoral en España o por convencimiento real, el Gobierno de Mariano Rajoy manifestó que no piensa coger el guante al Fondo Monetario Internacional (FMI) y profundizar en las reformas que ya ha aplicado.
El organismo que dirige Christine Lagarde dio un caramelo envenenado a España este lunes al asegurar que es uno de los territorios con mayores perspectivas de crecimiento y elevar el avance del PIB en el 3,1% para este ejercicio y el 2,5% en 2016, la previsión más optimista hasta la fecha. La contrapartida levantó polvareda: exigió una nueva subida del IVA, abaratar aún más el despido y ampliar el copago sanitario y en educación.
Liberalización de los mercados y vigilancia a la banca
Para el FMI, estas reformas ayudarían a consolidar el crecimiento macroeconómico. También exigió a Rajoy que implementara una ley de Unidad de Mercado que liberalizara el sector con menos obstáculos tanto fiscales como burocráticos y que pusiera el foco en la morosidad de la banca, aún demasiado alta.
Fue el secretario de Estado de relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, el responsable de asegurar que el Gobierno no tiene previsto seguir las recomendaciones de la institución internacional. «Tranquilidad absoluta», sentenció en un encuentro informativo en el Palacio de la Moncloa.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, añadió después que el Ejecutivo «tiene su propia hoja de ruta», la que «está sacando al país de la crisis».