El Gobierno de Artur Mas y Agbar muestran su distanciamiento en la celebración del día del agua
Los representantes del Ejecutivo catalán son los grandes ausentes en la jornada grande de la empresa
La guerra del agua ha roto las relaciones entre la Generalitat de Cataluña y Aguas de Barcelona (Agbar). El pulso por el control de Aigües Ter Llobregat (ATLL), aún gestionada por Acciona, ha tensado incluso los eventos más institucionales, como la celebración del día mundial del agua. El Gobierno de Artur Mas ha sido el gran ausente en la jornada grande de la empresa que ha tenido lugar este viernes.
El acto ha tenido lugar en el Museo Agbar de las Aguas, en Cornellà del Llobregat (Barcelona), y su principal invitada ha sido la ex primera ministra de Noruega, ex directora general del OMS y enviada especial sobre el cambio climático de la ONU (2007-2010), la doctora Gro Harlem Brundtland. En su conferencia, la laborista ha reivindicado que los «gobiernos terminen de trabajar en un nuevo acuerdo climático universal en 2015». «Es básico», ha sentenciado.
Montilla cubre el ‘hueco’ del Govern
Para cubrir la cuota institucional del acto más relevante de todo su año, Agbar ha contado con el ex presidente de la Generalitat José Montilla. El socialista ha tomado el turno de palabra que habitualmente se destina a uno de los representantes del Ejecutivo catalán. Jugaba en casa, ya que tal y como él mismo ha recordado, «mucho ha llovido» desde que la compañía decidió convertir en museo la sede de Cornellà y abrirlo a la ciudad. Ocurrió cuando él era alcalde del municipio.
Su sucesor en el Ayuntamiento, Antonio Balmón, también ha acudido al evento, que ha servido para inaugurar el nuevo auditorio del recinto. El único representante de CiU en el día mundial del agua ha sido el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, que no se ha podido quedar hasta el final por problemas de agenda.
Defensa del Área Metropolitana
Trias ha participado como edil de la capital catalana pero también como máximo representante del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). En su discurso ha recordado la importancia de la Administración supramunicipal en la gestión de los recursos hídricos y ha defendido «la colaboración público/privada con empresas como Agbar».
Sus declaraciones llegan pocos días después de que la Oficina Antifraude de Cataluña archivara la investigación sobre el contrato firmado entre la AMB y Agbar para gestionar los servicios de agua y entregara una lista de recomendaciones a las partes para mejorar la licitación.
Vila, presente en el evento de 2014
La relación entre el Govern de Mas y Agbar no ha sido siempre tan distante a lo largo de la guerra del agua. El consejero de Territorio, Santi Vila, alabó la gestión de la compañía y la contribución que hacía en la sociedad en la edición del año pasado. De hecho, su participación en el acto sirvió para dar carpetazo a los desencuentros públicos entre ambos en el inicio del conflicto, que se materializaron en otro acto en Foment del Treball en noviembre de 2012.
En esa ocasión, la tensión entre Mas y el presidente de Agbar, Ángel Simón, se cortaba con un cuchillo. Pero poco a poco, y mientras la Generalitat iba acumulando sentencias en su contra, las posiciones se fueron acercando. La nueva ruptura se ha producido por la negativa del Gobierno catalán a acatar la resolución del Supremo que le obliga a romper el contrato con Acciona.
Reivindicación de su perfil catalán
En la celebración del día del agua de 2015, Simón ha hablado de la necesidad de que los «gobiernos, empresas y sociedad» unan esfuerzos para conseguir un «desarrollo sostenible». En cuanto a los compromisos genéricos de la compañía, ha afirmado que están dispuestos a ejecutar los trabajos de «saneamiento, reutilización e infraestructuras en alta que sean necesarias». Estas últimas son, precisamente, las que componen ATLL.
También ha reivindicado el perfil catalán de la compañía, criticada en círculos cercanos al Govern por estar integrada en el gigante francés Suez Environnement. De hecho, la celebración del día mundial del agua organizada por Agbar ha terminado con uno de los principales símbolos de Cataluña: la Escolanía de Montserrat. Las voces blancas de la coral han cerrado el acto.