El gobierno Colau, peor valorado que nunca a meses de las elecciones
La inseguridad se sitúa como principal problema de Barcelona en el último barómetro municipal, que evidencia un desencanto con la gestión de la alcaldesa
El último barómetro semestral del Ayuntamiento de Barcelona trae malas noticias para la alcaldesa, Ada Colau. La encuesta no incluye pronósticos electorales, como es norma en los bárometros del último año antes de los comicios municipales, pero sí recoge una valoración de los encuestados sobre la gestión del gobierno municipal de Barcelona en Comú. Y los resultados son los peores en lo que va de mandato, a apenas cinco meses de las municipales del 26 de mayo.
El porcentaje de entrevistados que consideran la gestión del equipo de Colau buena o muy buena cae 11,6 puntos desde el anterior barómetro, el de junio. Ahora es el 43,4%, el dato más bajo desde diciembre de 2015, a principios de mandato, cuando fue del 43%, y el de los que la consideran mala o muy mala se sitúa al borde del empate técnico, es decir, en un 42% que constituye la peor cifra desde el 43% registrado en diciembre de 2010, aún con Joan Clos en la alcaldía.
El porcentaje de los que consideran que la ciudad ha empeorado el último año es del 59,9%
El desplome de la valoración del gobierno no es el único indicador preocupante para Colau y el gobierno de Barcelona en Comú. El porcentaje de los que consideran que la ciudad ha empeorado el último año es en este último barómetro del mandato del 59,9%, lo que supone un aumento de 14,3 puntos respecto de junio, y el peor resultado de toda la serie histórica de la encuesta, que data de 1991. Los que creen que Barcelona ha mejorado en los últimos 12 meses, en cambio, se sitúan en el 25,5%, cuatro puntos por debajo que en la anterior encuesta.
Eso sí, los barceloneses, al menos los encuestados, son optimistas: el 63,1,% creen que el próxima año, Barcelona mejorará. Claro que hace seis meses, los que creían eso eran el 72,9%.
La inseguridad, primer problema
El barómetro, efectuado entre el 27 de noviembre y el 5 de diciembre a 800 barceloneses, sitúa además la inseguridad a la cabeza de las preocupaciones de los ciudadanos: un 21%, un porcentaje mayor que nunca, lo considera el problemas más grave de la ciudad, seguido en el ránquing por el acceso a la vivienda, citado como primer problema por el 12% de encuestados, y por el encaje entre Cataluña y España (7,3%), que en el anterior barómetro, el de junio, encabezó la lista.
La inseguridad ha sido el principal dolor de cabeza del consistorio el último año, a raiz de un repunte general de los delitos y de la crisis de los narcopisos en el Raval, mientras que la vivienda siempre ha sido uno de los principales caballos de batalla de Colau, que pese a sus esfuerzos no ha conseguido que el problema remita, entre otras cosas, tal y como recordó durante la presentación del estudio el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, porque el consistorio no tiene más competencias en ese terreno.
Pisarello pone paños calientes
Pisarello, de todos modos, relativizó las malas noticias. El número dos de Colau enmarcó el desplome de la valoración de la gestión municipal en un «clima generalizado de pesimismo o preocupación de la ciudadanía respecto de la situación política» que, según su planteamiento, ha acabado por afectar también al ayuntamiento barcelonés.
Pisarello se remitió en ese sentido a la caída en la valoración que también sufren tanto la Generalitat como el gobierno central, y remarcó que el consistorio sigue siendo la administración mejor valorada por los encuestados, como es norma en el barómetro.
En el caso del ejecutivo de Quim Torra, las valoraciones negativas alcanzan el 51,8%, y las positivas se quedan en el 31,6, mientras que por lo que respecta al de Pedro Sánchez, las cifras son aún peores: el 68,3% le ponen mala nota, y solo el 17,6% valoran su gestión como buena o muy buena.
Pisarello acusó al PP, a Cs y a Manuel Valls de «crear una agenda alarmista» sobre la inseguridad en la ciudad
Pisarello también puso paños calientes sobre las principales preocupaciones de los encuestados. Por lo que respecta a la inseguridad, admitió que han tenido problemas localizados, como los que asolan el Raval, y también que ha habido un problema de falta de efectivos policiales, pero recordó que en verano se reforzó la plantilla de la Guardia Urbana, y acusó al PP, a Cs y al alcaldable que avala esta última formación, el ex primer ministro francés Manuel Valls, de «crear una agenda alarmista sobre una situación de inseguridad generalizada en toda la ciudad que no se corresponde con los datos».
Y, por lo que concierne a la vivienda, Pisarello alegó que las inquietudes de los ciudadanos dan la razón al gobierno municipal a la hora de situar ese asunto entre sus prioridades, impulsando medidas como la reserva para vivienda protegida del 30% de las promociones de obra nueva y de las grandes rehabilitaciones, avalada por el 85% de los entrevistados.